Tablas entre dos choques de estilos
Japón logró igualar a Senegal hasta en dos ocasiones
Japón y Senegal firmaron un empate (2-2) en uno de los encuentros más abiertos que ha tenido hasta ahora el Mundial. Con dos estilos de juego muy diferenciados, los leones trataron de imponer su físico y velocidad y, por contra, los nipones un fútbol más basado en el juego coral y de toque, con paciencia. Los africanos, empatados a puntos con Japón, lograron ponerse por delante hasta en dos ocasiones pero los asiáticos no dieron su brazo a torcer y, con la ayuda del meta N’Diaye,
lograron un importante punto.
Mané, que en el partido del debut contra Polonia no fue protagonista, empezó teniendo la primera, pero no llegó al centro de Wagué por milímetros. Ambos combinados empezaron a tantearse pero Senegal golpeó primero. En un cúmulo de errores, un mal despeje de Hariguchi y un mal rechace de Kawashima terminó precisamente en gol del futbolista del Liverpool a pocos minutos del arranque (11’). Japón se congeló por momentos, mantuvo el control atento a las contras rápidas de los leones, y no vieron la puerta de N’Diaye hasta que apareció Inui, para besar las redes de la portería en el primer tiro de los nipones. Nagatomo, tras un control, dejó atrás a dos de sus rivales para ceder al jugador del Betis quien, con su clásico disparo abierto, la colocó en la base del palo (34’). Antes del descanso Kawashima se rehizo de su error en el gol de Mané para sacarle un mano a mano muy claro a Niang, que se llenó de balón.
La segunda mitad sufrió un cam-
bio radical. Ambos, en lugar de cerrarse y pelear por el punto, fueron a por la victoria. Tanto, que del tiro de Osako se pasó de forma inmediata al de Niang en la otra portería. Se empezó a imponer el fútbol de Japón y, precisamente, su punta fallaba un gol cantado a pase de Shibasaki. No le dio al esférico. Los nipones insistían e Inui, con otro brillante disparo, se encontraba con la escuadra, que rechazaba su el balón. Y ya se sabe que cuando uno perdona, lo suele pagar. Niang centró pasado y Wagué apareció donde nadie le esperaba para fusilar a Kawashima y volver a adelantar a Senegal (71’). Pero el fútbol fue justo. Sané evitó el gol de Osako pero no lo hizo N’Diaye, que con un fallo claramoso regaló el empate. Midió mal su salida e Inui encontró a Honda. No falló a portería vacía (78’).
El encuentro terminó con Senegal y Japón buscando la victoria y no jugando al habitual conformismo mundialista. Eso sí, tendrán que ir con ojo, porque ninguna está aun clasificada