THOMAS RETA A FROOME
Geraint Thomas volvía a exhibirse y se imponía en Alpe d’Huez por delante de Tom Dumoulin y Bardet Froome cede tiempo con su compañero del Sky. Movistar pasó al ataque, pero sin el resultado esperado
Sigue el espectáculo del ciclismo en el Tour de Francia. Tras la apasionante etapa del miércoles, el final en Alpe d’Huez y sus 21 temidas curvas no decepcionó y deparó otra gran jornada de ciclismo, de las que ponen a los aficionados en pie. Al inicio del día Chris Froome era preguntado sobre qué corredor era el líder del Sky y él respondía que la decisión la tendrían las piernas de cada uno. Pues, a tenor de lo sucedido ayer, son las piernas de Geraint Thomas las que están más ágiles y poderosas.
La etapa, de 175,5 kilómetros, la última en los Alpes, presentaba un desafío brutal, con tres cotas de categoría especial y una de segunda, con más de 5.000 metros de desnivel y un asfixiante calor como compañía. El calor, la dureza y lo muy rápido que se rueda cada día provocaba varios abandonos en el transcurso de la etapa, con apellidos ilustres como los de Gaviria, Gallopin, Greipel o Groenewegem.
Kruijswijk, a lo Valverde
Tras dejar atrás las duras rampas del Madeleine (Especial, 25,3 km al 6,2%) y Lacets de Montvernier (2ª, 3,4 km al 8,2%), Steven Kruijswijk coronaba primero la Croix de Fer (Especial, 29 km al 5,2%) y, tal como hiciera Alejandro Valverde en la etapa previa, se lanzaba a una aventura en teoría alocada, pero que le permitió ser líder virtual de la carrera. Llegó a tener más de seis minutos de margen sobre el grupo de los favoritos, y llegó a rodar 75 kilómetros en solitario. Comenzó la dura ascensión final a Alpe d’Huez con 4’20” de margen sobre los gallos, una diferencia que se presumía escasa ante los ataques que se iban a producir en los 14 kilómetros finales, sobre todo con un Sky que volvía a monopolizar la cabeza del grupo de los elegidos, con un Egan Bernal que de nuevo se doctoraba en su primer Tour. Bernal lo dio todo, hasta que se abría y dejaba que fueran las estrellas de la carrera las que asumieran el protagonismo. Thomas y Froomne se mostraban imperturbables a los varios ataques que sufrieron de Nibali, Quintana, Bardet y Landa. Froome también lo probó, pero los pocos metros que tomó le fueron restados en nada. La carrera avanzaba agónica y Nairo Quintana se descolgaba en otro día en el que anunciaba batalla, Nibali se iba al suelo por culpa del celo de los aficionados y del estrechamiento de la carretera, y Mikel Landa hacía la goma. Romain Bardet lo intentó en varias ocasiones y fruto de los parones Mikel llegó a la altura de los elegidos. Bravo por el corredor vasco de Movistar, que incluso en el llaneo final se permitió el lujo de atacar. Thomas, que metros atrás hablaba con Dumoulin, se puso encima de su bici en los metros finales y logró una incontestable victoria, la segunda seguida, que lo consolida al frente de la general. Cruzó primero la meta, justo por delante de Dumoulin, con el que había dialogado antes. Froome entró 4º, a 3” de Thomas, Landa, 5º, y un combativo Nibali 7º, a 13” de Thomas, pero entrada la noche se confirmana que se veía obligado a abandonar el Tour a consecuencia de la caída.
Un acto final en los Alpes que deja la carrera en manos del Sky y que plantea la duda de quién será su apuesta, si Thomas o Froome, con Dumoulin en plaza de podio y un Mikel Landa que es 7º, con un minuto de margen sobre Quintana. Vuelve a abrirse el debate en Movistar