“Durísimo, me duele la espalda un huevo”
El de Movistar sufrió para finalizar la etapa de ayer, mientras el líder Thomas se sigue maravillando de su gran rendimiento en el Tour
El día de ayer será recordado como uno de los más difíciles de la carrera de Landa. Pero como bien sabe el de Murgia, en esto del ciclismo, para alcanzar el éxito, es importante saber sufrir. Y ayer, el de Movistar superó la prueba que le propuso el Alpe d’Huez. Por si no fuera suficiente la dureza del perfil de la etapa y el ritmo de la carrera, Mikel tuvo que lidiar con la idea incluso de dejarlo e irse a casa, aquella voz interna que a veces surge en los peores momentos y que un ciclista de su talla sólo debe callar con una cadencia constante y el pundonor de los grandes. Y, posiblemente, alcanzar la meta ayer en la quinta posición de la etapa a tan sólo a 7” del flamante ganador, Geraint Thomas, pese a tenerlo todo en contra fue mejor que muchas victorias. No es de extrañar su franqueza al lograr la cumbre con las dolencias propias de su dura caída en los adoquines de Roubaix de hace unos días: “He sufrido muchísimo, y me duele la espalda un huevo”.
“Ha sido un día durísimo, me dolía la espalda un montón y en esta parte final he conseguido olvidar el dolor y entrar en carrera. El Alpe d’Huez se ha hecho durísimo, Bernal ha puesto un ritmo asfixiante y en la parte final les iba pillando y quedándome. Es para estar satisfecho, yo creo”, expresó el vasco, que pese a los 3’13” que le separan del líder de la general, Thomas, sigue creyendo en sus opciones. “Seguiremos día a día. La victoria está complicada, pero habrá que seguir peleando por una victoria o por lo que sea”. Mientras, su compañero Nairo Quintana reconocía que no le quedaban fuerzas al final.
“No sé si Thomas está más fuerte que Froome. Está muy fuerte, pero Froome es un fondista enorme”, dijo el ex del Sky, equipo al que vio “apurado” y que tendrá el debate interno de si apostar por el maillot amarillo o Chris (segundo a 1’39”). “Las piernas dirán quién es el líder del equipo”, dijo el tetracampeón del Tour sobre su compañero, quien sólo quería seguir disfrutando del momento –”estoy muy feliz. No sé cuanto durará. No estoy acostumbrado a correr una carrera de tres semanas. Dejadme disfrutar”– y reconocía que en teoría “sigo corriendo para Chris Froome”