El Sevilla gana pero siembra dudas
El Zalgiris lituano, que no empató gracias a Vaclik, pone en entredicho al equipo de Machín a días de la Supercopa
Un Sevilla en esta ocasión gris, fallón y muy despistado atrás, logró una exigua ventaja que debe ser suficiente en su segunda y penúltima eliminatoria antes de la fase de grupos de la Liga Europa ante un débil rival, un Zalgiris lituano inferior que desató las dudas de la afición nervionense de cara a la cita del domingo en Tánger ante el Barcelona. El débil Zalgiris no sólo afrontará vivo el partido de vuelta en Lituania, sino que rozó el empate en varios momentos de pájara del equipo de Pablo Machín en la recta final de la primera mitad y al inicio de la segunda, en los que el meta checo Vaclik salvó varias ocasiones muy claras, sobre todo un mano a mano con Ogana tras un fallo de cálculo del joven Berrocal, titular por primera vez en competición oficial con el primer equipo sevillista.
Un golazo de falta de Banega parecía que iba a llevar la tranquilidad al Sánchez-Pizjuán, pero el Sevilla no fue ese equipo resolutivo y con intensidad que tenía que haberse comido a su rival. Sólo apretó en una primera mitad en la que, con muchos jugadores teóricamente suplentes ante la decisión de Machín de reservar a varios jugadores importantes para la final de la Supercopa ante el Barcelona, fue de más a menos y en la que falló varias ocasiones claras antes del 1-0, sobre todo en las botas de Nolito y Ben Yedder. Un remate a la primera del sanluqueño que salió rozando el larguero y un remate de chilena que detuvo el portero lituano fueron los primeros avisos de un Sevilla que también reclamó un penalti por claras manos de un jugador visitante dentro del área al interceptar un remate de Amadou.
El francés fue el jugador más activo en los inicios de un equipo en el que la novedad fue Aleix Vidal, titular con apenas dos días de entrenamientos con su nuevo equipo. Al catalán, que volvía a defender la camiseta del equipo nervionense, se le notó falto de acoplamiento y por debajo, por ejemplo, del joven Pejiño, una vez más de los jugadores más destacados en el equipo de Pablo Machín. Pero el Sevilla se relajó tras el gol de Banega, que llegó como consecuencia de una falta recibida por Amadou al borde del área. El argentino la puso con la derecha junto al palo logrando un 1-0 que debe ser suficiente. Debe. Una defensa de circunstancias compuesta por el veterano Carriço, el joven Berrocal y el debutante Gnagnon hizo aguas en la recta final del primer tiempo y llevó el nerviosismo a la grada y al resto del equipo para acabar salvando Vaclik los muebles ante Ogana.
La misma tónica se dio en la segunda mitad, un Sevilla al trantrán con errores muy graves en defensa que daba origen a sustos como el que de nuevo obligaba a intervenir a Vaklic, quien salvaba ante Antal el empate del Zalgiris. Ni los cambios lograron activar a un equipo que el domingo se juega un título y que fue despedido con pitos por su público por no pasar de un exiguo 1-0 ante un rival que en circunstancias normales tendría que haber salido apabullado de Nervión.
Sergio Rico, al Fulham
Sevilla y Fulham han hecho oficial al filo de las seis de la tarde, hora límite del cierre del mercado en la Premier League, la cesión de Sergio Rico por una temporada, operación que fue rematada ya este miércoles y que supone un paréntesis para el guardameta sevillano en Nervión, donde había perdido gran parte de la confianza de su afición