Arturo Vidal es un pura sangre
A ‘Il Campione’ lo entrenaba Inda, entiende el chileno de pedigree y de ADN futbolístico, y como Davids en el Barça de Rijkaard, siempre es necesario un futbolista que recuerde que ganar es esencial
Su padre, Scot Daddy, fue un gran campeón americano. Por las venas de su madre, Global Gold, corría sangre real. ‘Il Campione’ siempre fue un pura sangre, dominante, con carácter, un ganador que se transformaba cuando su entrenador, Inda (Sergio no Eduardo), le pedía más. Antes de competir, Arturo Vidal hablaba con él. Pedía a su hermano Sandrino que le pasara el teléfono a ‘Il Campione’ para que escuchara su voz: “Máquina, eres el mejor”. Lo ganó todo en Chile y quiso Vidal que viviera la experiencia de hacerse un nombre en
USA, sólo entonces lo vendió por 2 millones de dólares.
Cada uno de los cerca de 50 caballos del stud Alvidal llevan el nombre de un periodo de la vida del jugador del Barça. ‘Danke Mama’ fue uno de los primeros, ‘Gracias Mama’, porque de aquella casa de madera con barrotes en sus ventanas también de madera salió un campeón que se prometió que su mamá no lavaría más la ropa del vecindario en agua helada. ‘Forza Juve’ o ‘Sono Bianco Nero’ forman parte de una historia plena de éxitos de Arturo Vidal en el turf, como ‘Campeón de América’. Todos ejemplares con pedigree, que no le hablen a Vidal de ADN, no a él acostumbrado a distinguir a un campeón de uno que se arruga. Siempre le gustaron los caballos, de niño se escapaba de la escuela para apostar en las carreras del Club Hípico. Vidal sabe que sólo los que ganan pasan a la historia.
Recuerdo cuando llegó Edgar Davids al Barça de Rijkaard. ‘Pitbull’ aterrizaba precedido de fama de conflictivo pero resultó un tipo esencial para darle carácter al centro del campo del Barça de Ronaldinho. Davids fue tan importante en el campo como en el vestuario. También se cuestionó su ADN aunque viniera de la escuela holandesa. Siempre dice Ronaldinho que con él empezó todo.
Vidal es un apasionado del Casino - como Piqué-, del voley y de los caballos. Su próximo campeón ya tiene nombre: ‘Tres Champions’. No es Griezmann, Ernesto, pero es un pura sangre