‘Alonsomanía’ fuera de la F1
Fernando desató grandes pasiones en el circuito británico
La ‘Alonsomanía’ no entiende de países ni de fronteras. Allá donde Fernando va, triunfa. Ya lo vimos por ejemplo el año pasado acompañando al asturiano en su primera aventura en las 500 Millas de Indianápolis. Una auténtica locura. Y en el WEC, aunque algo más comedido, se repite. Como pasó en Spa y Le Mans, en la tercera cita del Mundial de Resistencia, Fernando volvió a ser el hombre más buscado en Silverstone. Algo a priori normal, pero su magnitud es tal que consigue incluso hacer que la figura local de todo un campeón del mundo como Jenson Button se haga pequeña. Ni comparar con las colas que se formaron durante todos los días ante el hospitality de Fernando. Eso sí, respeto inglés al máximo, no hacía falta ni un stewart para que nadie osara entrar pese a que las puertas estuvieran abiertas.
Vimos a un hombre permanecer 4 horas de pie a la espera de una firma de Fernando en su réplica del McLaren-Andretti que el español pilotó en la Indy. Vimos muchas gorras de Kimoa, de todas las ediciones especiales que ha sacado el asturiano, e incluso se agotaron el sábado por la noche y tuvieron que llegar más el domingo. Por no hablar de la asistencia, que pese a no ser como un GP de F1, hay que destacar que fue el doble del año pasado. ¿El motivo? Fernando Alonso. No lo decimos nosotros, lo dijo incluso MD el CEO del WEC, Gerard Neveu, un ‘enamorado’ del asturiano, sentimiento que puede compartir con muchos de los fans que se dejaron ver por el paddock, abierto a mucha más gente que en la F1.
“Lo quiero. Lo adoro”, nos decía Debbie, de Rochester, enseñándonos que incluso se había tatuado el nombre de Alonso en el brazo izquierdo. Por su parte, Juan y Jack, un tinerfeño y su amigo irlandés, que viven en Londres, dijeron que no pudieron desaprovechar la oportunidad de “ver a Fernando con entradas tan baratas como las del WEC”. Y luego estaba Marion, venida “desde Birmingham sólo por Alonso. ¡Sólo por Alonso!”. Así lo exclamaba, portando una bandera en apoyo a su ídolo. Aunque el detalle que llamó la atención lo tenía en las manos, con las uñas pintadas con la bandera de Asturias. Todos ellos tenían algo en común. Era la primera vez que venían al WEC. Y es que Fernando es todo un regalo para abrir las puertas de la Resistencia a más público. Silverstone vivió ayer la ‘Alonsomanía’
La fama de Alonso duplicó la asistencia habitual al Mundial de Resistencia
“Lo adoro”, grita Debbie, una fan que lleva tatuado el nombre de Fernando