Un Girona inocente
Dos penaltis ingenuos le privaron de poder repetir la historia
El ambiente no podía ser mejor, la noche prometía. Durante prácticamente media hora, el Girona, la ciudad y el estadio entero creyeron en repetir la historia de la temporada pasada, pero dos errores infantiles en forma de penaltis condenaron a los de Eusebio ante el Real Madrid.
Cayó la noche y también la temperatura en Montilivi mientras la gente iba accediendo al estadio, donde en los minutos previos al encuentro los aficionados gerundenses soñaban con volver a hacer historia. Otros esperaban ver el debut de Thibaut Courtois, al que Julen Lopetegui volvió a dejar en el banquillo en beneficio de Keylor Navas, que cuajó un excelente partido.
Pocos instantes antes del silbido inicial del colegiado, las gradas estaban ya llenas a rebosar. La visita de los blancos provocó el récord de asistencia de la historia de Montilivi, con un total de 13.889 espectadores que vibraron de lo lindo con los suyos en los primeros 45 minutos.
Eusebio sacó un equipo valiente, sin renunciar a nada de todo lo que ha prometido en sus primeros meses como entrenador. La presión alta en campo contrario puso en apuros en más de una vez a la zaga blanca, que sufrió para poder parar la banda derecha del Girona hasta que duró la gasolina.
Borja, el jugador con más talento del once local, puso por delante a los de Eusebio, como hizo Isco con los suyos hace algo más de una temporada. Por instantes, Girona y Montilivi se ilusionaron, pero ganar dos veces seguidas al Madrid es algo solo al alcance de unos pocos entre los que, de momento, los de Eusebio demostraron no poder estar.
Dos penaltis en fallos defensivos
Dos errores infantiles o lo que es lo mismo, dos penaltis cometidos en fallos defensivos por parte de Marc Muniesa primero, y Pere Pons después, sirvieron para poner cuesta abajo para el Madrid un encuentro en el que a los blancos ni siquiera les hizo falta colocar la tercera marcha.
El Girona se desplomó con la remontada a base de penas máximas y acabó roto, sin nada de batería en la última media hora y demostrando que para sobrevivir en su segunda temporada en la élite a Quique Cárcel le falta todavía por hacer
El 1-0 de Borja García hizo soñar a Montilivi con volver a derrotar a los blancos en casa
Los de Eusebio fueron de más a menos y acabaron superados por el Real Madrid