Aleñá, con el alta antes de Anoeta
Carles Aleñá (20 años) tuvo toda la mala suerte del mundo en el último partido de la pasada temporada con el Barça B, en el Mini ante el Real Zaragoza. Un encuentro intrascendente porque el filial ya había descendido a Segunda B pero en el que el canterano, como suele ser habitual en él, se empleó a fondo pese a no haber en juego más que la honra y decir adiós a la categoría dando una buena imagen. Pero tuvo tanta desgracia que se rompió y sufrió una rotura del tendón del bíceps femoral del muslo derecho que le obligó a pasar por el quirófano del prestigioso cirujano finlandés Sakary Orava. Tras la intervención se estimó su tiempo de baja en unos tres meses. Justo cuando se cumple el tiempo marcado por los doctores del club, Aleñá encara la recta final de su recuperación, que debe rubricarse en principio la semana que viene a más tardar, y si no hay contratiempos, recibirá el alta médica, una enorme noticia para el canterano.
Y es que Aleñá tenía depositadas grandes esperanzas en la gira que realizó el Barça por EE.UU. Quería mostrarse a Valverde en los tres amistosos, tal como pudieron hacer Riqui Puig y Miranda entre otros, pero se quedó con las ganas.
Aleñá es una de las joyas de la cantera barcelonista. Pep Segura, mánager general, confía mucho en su proyección. Aleñá, un interior técnico, potente y con llegada sabe que lo tiene difícil para jugar pero no es de los que se rinden fácilmente. Por lo pronto, cogerá el ritmo con el filial. Es lo que toca y lo asume con naturalidad, pero siempre mirando de reojo al primer equipo