El chaleco de hielo se ‘funde’ con el 0-6
Rafa lo estrenó ante Thiem, pero sólo durante un par de descansos al inicio
Rafa Nadal estrenó el chaleco de hielo que Nike había diseñado como remedio contra el calor y la humedad que están haciendo de Nueva York un horno, en el que incluso se fundió Roger Federer ante John Millman. “No podía ni respirar, no circulaba el aire”, se quejó el suizo.
Tras las pruebas en el entrenamiento de la víspera, Nadal estrenó en los descansos del partido contra Dominic Thiem el chaleco. Duró poco, los primeros intercambios de pista.
Lo cierto es que el inventó no pasó de un primer set que resultó fatídico para el español, ya que recibió un increíble y rápido 0-6.
“Las condiciones eran muy duras por la humedad, sobre todo al principio”, reconoció posterior- mente. Se había metido en un problema deportivo con el ‘rosco’, y optó por lo tradicional aparcando el chaleco.No se separó Nadal de los conocidos collarines de hielo, creó una montaña de toallas al lado de su silla de tantas que usó y echó mano del ventilador que la organización facilita. Debajo de las muñequeras podían apreciarse sendas vendas, no para proteger las articulaciones, sino con la intención de mitigar que el sudor se deslizase sobre las manos. Una medida que ya había optado el nº 1 en el último Roland Garros.
En Nueva York las temperaturas están muchas veces por encima de los 30º C, con la humedad rondando incluso el 90%. En la noche del Nadal-Thiem el termómetro bajó a los 28º C, con una humedad por debajo del 70% según se adentraban en la madrugada.
El chaleco es una medida diseñada por la marca Nike contra las temperaturas extremas: departamentos de hielo compacto para ayudar a bajar la temperatura corporal del tenista. Está fabricado en dos materiales, uno que impide que se escape el frío, como si fuera un termo, y otro que ayuda a que el frío penetre en el cuerpo. La compañía ya ensayó un prototipo similar en los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008, con una prenda con piezas triangulares. Ya se verá si Nadal repite ante Del Potro o no
El collarín de hielo, el ventilador, vendas en las muñecas y una montaña de toallas