La otra cara de Kilian Jornet
Un documental muestra la faceta más desconocida y sorprendente del deportista catalán
TV3 dedicó una noche temática al esquiador y corredor de montaña Kilian Jornet. Primero emitieron el documental ‘Kilian Jornet, de camí a l’Everest’, dirigido por Josep Serra Mateu y Sebastien Montaz-Rosset, que lejos de convertirse en un retrato épico, ofrece una doble lectura más profunda: más allá del perfil de Kilian y de explicar la escalofriante doble ascensión al Everest en escasos seis días, ofrece una reflexión sobre el montañismo y la filosofía que hay detrás. Hay un intento de poner luz a la cultura y la historia del alpinismo y enmarcar a Kilian en ella a través del testimonio de los alpinistas más prestigiosos del mundo.
Además, el documental ofrece, a nivel televisivo, algo muy poco habitual. Estamos acostumbrados al relato épico, al retrato de un deportista superior, de un superviviente de las situaciones límite. ‘De camí a l’Everest’ es distinto. Más allá de explicar los logros de Jornet, pone énfasis en el aspecto humano más insólito: sus puntos frágiles, sus etapas más sombrías y dificultades. Impacta descubrir, a través de sus explicaciones y las de su entorno, sus tres crisis personales más duras. Primero a los 13 años, cuando su madre retrata a un adolescente de energía incontrolable con un componente autodestructivo. Y aquí es donde el deporte le salva, a través de un centro de tecnificación, donde le enseñan a canalizar esa energía, le permite socializarse y adquirir los conocimientos esenciales de la montaña. El segundo bache, a los 20 años, cuando se ha convertido en un deportista famoso que lo ha ganado todo y Kilian empieza a odiar esa dimensión de héroe que los medios y la gente le han atribuido. Y finalmente, a los 25, después de ser testigo de la muerte de su amigo Stéphane Brosse en el Mont Blanc. En el documental, Kilian Jornet es sincero al abordar estas crisis personales y la manera de salir de ellas.
Kilian Jornet se ha enfrentado a vertiginosas alturas, temperaturas extremas, aludes y experiencias críticas. Pero el martes descubrimos que los principales obstáculos, los más difíciles de superar, no estaban en las cumbres sino en su interior