Una crisis cerrada en falso
Una reunió la pasada semana rebajó la tensión pero Navarro sigue muy enfadado
Este mediodía tendrá lugar en el Auditori del del FC Barcelona la rueda de prensa de despedida de Juan Carlos Navarro, un acto que será posible gracias a la reunión que el ya ex jugador de 38 años y el presidente del club azulgrana Josep Maria Bartomeu mantuvieron la semana pasada. Aquel encuentro privado sirvió para ‘desactivar’ en gran medida a la Bomba, que sigue muy enfadado con la decisión del club de jubilarle este verano pero que ha acabado resignándose a la transición que le ofrecen hacia otra posición dentro del basket azulgrana.
La nueva función de Navarro en el Barça de basket será anunciada en el acto de este viernes. Hasta cuatro posibilidades diferentes le ha puesto el club sobre la mesa este verano, unas más relacionadas con la cantera y otras con el primer equipo. Al parecer, el de Sant Feliu ha descartado continuar viajando en todos los desplazamientos del conjunto de Svetislav Pesic, lo que parece indicar que no pasará a ser un ‘team manager’ a imagen de lo que realiza Fragiskos Alvertis en el Panathinaikos.
Navarro ha podido elegir su nueva función y además ha recibido una compensación económica extraordinaria del FC Barcelona para poder dejar atrás el mal trago de este verano. Sin embargo, la crisis se ha cerrado en falso pues el jugador más importante de la historia del club sigue sintiéndose engañado por los responsables de la sección, que nunca le hablaron claro y le permitieron creer que podría decidir jugar una temporada más. Esa falta de comunicación fue la que llevó a Navarro a declarar públicamente, minutos después de que el Baskonia eliminara al Barça en las semifinales de la última Liga Endesa, que “tengo ganas de seguir la próxima temporada, no me quiero ir así, con esta derrota”. Quedándole nueve años de contrato, Navarro daba por hecho que la decisión era suya. No fue hasta varios días después cuando el club le comunicó que no contaba con él.
Navarro ha asumido su retirada, ha llegado a un pacto con el presidente Bartomeu por el bien del club pero no ha perdonado a los responsables de la sección, que con su deficiente gestión del tema al final le han impedido despedirse de la afición azulgrana como hizo Epi hace ya más de dos décadas.
Hoy todo el mundo pondrá buena cara, empezando por el propio Navarro, que siempre ha rehuido la polémica y no ha protagonizado un solo enfrentamiento público con el club desde que defendió por primera vez la camiseta con 11 años.
Será interesante comprobar cuál es el protagonismo de Albert Soler, Nacho Rodríguez y Juan Llaneza (no tanto el de Joan Bladé) en el acto de despedida de este mediodía y también ver cómo encaja Navarro en una estructura de sección con cuyos principales gestores tiene tan poca afinidad