Suárez resucita de rabona a un mito del ‘Maracanazo’
Luis hizo recordar ante México los lujos del ‘Cotorra’ Míguez
El lujo de Luis Suárez en el cuarto gol de Uruguay ante México en Houston hizo recordar a otro goleador histórico de la celeste, Oscar Omar Míguez, que fue el delantero centro de Uruguay en la final del Maracanazo, el 16 de julio de 1950 ante Brasil.
Míguez llegó a la celeste desde el Peñarol uruguayo, y sus lujos y técnica se correspondían con su eficacia goleadora. De hecho es el máximo goleador de Uruguay en los Mundiales, con ocho conquistas, superando las siete de Luis Suárez.
Míguez es recordado como un exquisito delantero, con desbordes técnicos en el límite entre la tozudez por conseguir el gol diferente, de chilena, de ‘taquito’, y la capacidad para realizarlo. Otra de sus jugadas características era la rabona, esa pierna por detrás de la otra para enviar el centro preciso. La rabona era patrimonio de Míguez, también en la selección.
Los más veteranos en esta parte del mundo recuerdan la excepcional técnica del ‘Cotorra’ para ensayarla en pleno partido, para desconcierto de los rivales. El delantero vive del gol, y probablemente Suárez valore más sus cuatro goles en una semana, dos con el Barca ante el Huesca y otros dos con la celeste, que la rabona para el centro perfecto hacia Gastón Pereiro para el cuarto gol ante México en Houston. Pero para el futbolero uruguayo, esa jugada con tintes de magia, hizo recordar al viejo Omar, aquel delantero aurinegro con alma de potrero
El azulgrana le dio un gol a Pereiro con esa filigrana en el último partido de la celeste