PURA FUERZA
Thibaut Pinot se impuso en la meta de Lagos de Covadonga tras lanzar un ataque letal a 6 km de meta Yates es más líder, Valverde tiró de Nairo Quintana y Miguel Ángel López discute el podio a Movistar
Thibaut Pinot (FDJ) aprovechó el marcaje entre los favoritos en las rampas más duras de la subida final a los Lagos de Covadonga, desenlace de la 15ª etapa de la Vuelta, de 178,2 km, para lograr una gran victoria en una de las cimas míticas del ciclismo. El francés detuvo el crono en 5h’01’49”, 28 segundos por delante de un combativo Miguel Ángel López (Astana) que lo intentó varias veces y de un Simon Yates (Mitchleton-Scott) a quien el maillot de líder le sienta bien y que incluso se permitió el lujo de abroncar en plena subida a Quintana (Movistar). La etapa estaba llamada a ser una de las jueces de la Vuelta, la última del duro tríptico astur-leonés, antes del descanso de hoy y de la última semana, y se quedó a medio camino.
Como en los días previos los primeros kilómetros estuvieron marcados por una escapada de 12 corredores, mientras por detrás era el Astana, confiando en las piernas de López, el que asumió la caza de los fugados, la cual como se preveía se produjo en la ascensión final a los Lagos, tras los dos pasos por el Mirador de Fito (1ª) y el ascenso inicial al Alto de Santo Emiliano (3ª). Con los ‘gallos’ cacareando sin cesar, Iván García Cortina (Bahrain-Merida) quería lucirse en su tierra y se permitió el lujo de liderar la carrera en la primera mitad de la subida a Lagos (puerto de categoría especial, de 11,7 km a un desnivel medio del 7,2%, con rampas del 20%), hasta que le cazaron los ciclistas que aspiran al podio en Madrid. Instante en el que nacía una nueva carrera.
El primero de los favoritos en mover ficha fue Miguel Ángel López, 4º a 47”. Richard Carapaz (Movistar) salía a su rueda, con Valverde, Yates, Pinot y un sobresaliente Enric Mas (Quick-Step) tras ellos. Mantuvo el colombiano una diferencia mínima en la zona de la Huesera, con rampas del 17%, aunque acabaría siendo neutralizado. La ‘calma’ se instaló en cabeza de carrera, lo que aprovechó Pinot para salir como una exhalación a falta de 6 kilómetros. Se fue como una moto y nadie pudo cogerle. Por detrás, Valverde salvó en varias ocasiones a un Quintana que no pasó al ataque en ningún momento, asumiendo el líder la caza de Pinot. La situación llegó a tal extremo que Yates abroncó a Nairo por su nula colaboración y éste, sin mirar atrás, sacó su brazo derecho diciendo al que le seguía que le pasara. Era Valverde, su mejor aliado. Esperpéntico.
Al final, y producto de su fuerza, de las dudas y de la falta de colaboración por detrás, Pinot estampó su firma en la cima de los Lagos, en una etapa en la que Yates demostró su poderío e incluso se permitió el lujo de ganar unos segundos a sus rivales. A estas alturas da la sensación que el británico controla la carrera y que sólo las dudas del Giro podrían jugar en su contra.
Hoy, jornada de merecido descanso para los supervivientes de la carrera, a la espera de la contrarreloj de mañana en Santillana del Mar que, como dijo Miguel Indurain, puede ser mucho más decisiva que las jornadas de montaña