Todos no caben...
De Jong (21), Rabiot (23), Saúl (23), Pogba (25), Houssem Aouar (20)... y además Pavard (22) y Zoet (27). Son todos muy buenos pero hay que elegir
Que el Barça ha hecho todo lo que ha podido para traer a Rabiot no es un secreto. Lo sabe todo el mundo. Los primeros en ser alertados fueron los jefes del PSG. Segura y Abidal fueron en julio a París a decírselo cara a cara. También es de dominio públicoquesehablócon Raiola y con Pogba para que el campeón del mundo cambiara Old Trafford por el Camp Nou. El United no quiso escuchar porque en el pulso que mantiene con Mourinho (uno de los dos sobra) los jefes del portaviones inglés quieren que gane el jugador.
En cuanto a De Jong, centrocampista como los dos anteriores, el mismo Ajax ha desvelado que el Barcelona hizo una oferta insuficiente, infravalorando la calidad del máximo talento holandés. Y aquí dijimos que el Barça, por la cuenta que le tiene, hará cuanto esté en su mano para ficharle cuanto antes. Empezó ofreciendo 25/30 millones pensando en que quizás acabaría pagando 50 y ahora las previsiones ya van por 75. Pero es el hombre. El hombre que cuesta la mitad de la cláusula de rescisión de Saúl Ñiguez con el Atlético. Tiene contrato hasta 2026.
Llevamos cuatro centrocampistas en dos párrafos y vamos con el quinto en el tercero. Este se llama Houssem Aouar. Bajito, 20 años, juega con el 8 en el Olympique de Lyon, le comparan con Iniesta y, por lo que pueda pasar, Jean Michel Aulas, presidente del OL, le ha renovado hasta 2023. Aouar ha declarado que le consta el interés del Barça pero que no le perturba. No tiene prisa. Es muy bueno y muy joven. Eric Abidal tiene excelentes relaciones en su club, pero mientras al fútbol se siga jugando con once, es evidente que en el Barça no cabe tanto refuerzo.
Además de todos estos (Rabiot, Pogba, De Jong y Aouar) estas dos semanas sin fútbol han aparecido en las portadas objetivos de otras posiciones. El francés Benjamin Pavard (22), lateral derecho del Stuttgart, y Jeroen Zoet (27), portero del PSV Eindhoven a quien veremos la sema próxima en el Camp Nou jugando la Champions. En estos dos casos, la deducción es fácil. Venderían a Semedo para traer al campeón del mundo y el meta holandéssólollegaríasi Cillessen aprieta a fondo para salir traspasado. Aquí no hay problema. Sería cambiar pieza por pieza. El lío es elegir en la sala de máquinas, donde se genera el fútbol (y dice L’Observatori que el socio lo que quiere es jugar bien), y acertar en la elección. Suerte, Mestre y otros maestros