Bendecidos por Leo

En la excelente charla/entrevista de ‘Universo Valdano’, Guardiola revela que a los pocos días de ver entrenar a Busquets, Messi se le acercó para decirle: “lo hace bien este”. A Leo le bastaron unos pocos entrenamientos para observar que aquel chaval de 20 años, recién ascendido del filial que había militado la temporada anterior en Tercera División, tenía ese don especial de los elegidos que le hacía un futbolista diferente, que le permitiría al poco tiempo integrarse con los Xavi, Iniesta y compañía en el mejor Barça de la historia. De igual manera que tampoco le ha faltado mucho tiempo a Messi para destacar a Arthur del resto de fichajes del último verano, en la reciente entrevista de Sònia Gelmà en Catalunya Ràdio, asombrado por unas cualidades técnicas que convierten al centrocampista brasileño como si fuera un valor formado en la Masia.

La misma bendición que obtuvo Ter Stegen, que impresionó rápidamente a Leo por sus grandes dotes con el juego de balón con los pies, virtud poco frecuente en los porteros. Aquel mismo verano del 2014, tras una temporada en blanco de títulos con el Barça, Leo exigió a la directiva como condición para su renovación que el equipo debía reforzarse con un ‘9’. Tras un intento frustrado con su compatriota Kun Agüero, señaló a Luis Suárez, al que se pudo arrancar de la Premier, tras ser el máximo goleador y Bota de Oro, gracias al mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil. Por aquella recomendación el uruguayo no tan solo se convirtió en el mejor amigo en el vestuario del astro argentino, sino que también en su principal benefactor en el césped. Y es que no hay cosa mejor que estar bendecido por Leo