Mundo Deportivo

El mayor reto de Kristina Vogel

- @gemmaherre­ro Gemma HERRERO

Lo último que ha colgado Kristina Vogel (Kirgistan, 1990) en sus redes sociales en un vídeo donde se la puede ver sonriente trasladánd­ose, sin ayuda, de la silla de ruedas a la cama del hospital con el siguiente mensaje: “Primeros pequeños pasos, pero uno más cerca para volver a la vida. La primera vez que salto sola a mi cama. Es un paso más cerca de ser autónomo. Aún no se me da muy bien, los campeones del mundo no han caído del cielo”.

La doble campeona olímpica de ciclismo en pista y once veces campeona del mundo es ahoradespu­és de un accidente que sufrió el pasado mes de junio. Ella misma dio la noticia hace dos semanas en una entrevista en Der Spiegel y hace unos dias ofreció una rueda de prensa en el hospital de Berlín donde Kristina sigue ingresada.

Con entereza, sin edulcorar la situación y enfrentánd­ose a lo que le ha pasado: “Es una mierda, no puedo decirlo de otra forma. Haga lo que haga, sé que no volveré a caminar y eso no lo puedo cambiar, pero ¿qué se supone que debo hacer? Siempre pienso que cuanto antes lo acepte, mejor podré lidiar con ello. Por eso me digo a mí misma: Ok, así es como va a ser a partir de ahora y necesito ver cómo voy a seguir”.

El gran reto que tiene ahora es ser autónoma. No quiere depender de nadie y está aprendiend­o todo lo necesario en el hospital de Berlín que espera abandonar en diciembre para volver a su casa: “Quiero volver a la vida, transmitir energía positiva. Han pasado tres meses y ya no siento dolor, sólo crujidos”.

El accidente

Era el 26 de junio y Kristina Vogel recuerda que hacía un buen día y que por la tarde había quedado para celebrar el cumpleaños de su compañero Max Levy, pero antes, por la mañana, se entrenaba en el velódromo de Cottbus, iba lanzada y no vio a un ciclista holandés que se preparaba para arrancar.

El impacto fue brutal: “Notaba una fuerte presión en todo el cuerpo, como si estuviera hinchado y todo me apretara y pedí a mis compañeros que por favor me quitaran las zapatillas, que están especialme­nte ajustadas. Vi que lo hacían y no sentí nada y en ese momento me di cuenta; soy parapléjic­a, no volveré a andar nunca más”.

La campeona fue evacuada en helicópter­o hasta Berlín, donde la operaron y le indujeron al coma. Se había seccionado la médula espinal a la altura de la séptima vértebra y las primeras semanas fueron, simplement­e, un infierno: “Luchaba por sobrevivir. Me operaron por segunda vez y tuve un episodio grave de neumonía, así que debían ponerme en coma artificial otra vez. El dolor era extremo, pero los médicos tenían muchísimos problemas para administra­rme los calmantes porque se me habrían paralizado los pulmones. Hubo momentos que pensé que iba a morir, pero me decía: no te puedes rendir ahora, tienes que seguir”.

En esa segunda operación trataron de estabiliza­rle la médula y, con un extraordin­ario sentido del humor, Vogel contaba en ‘Der Spiegel’ que “ahora pitaré en los controles de los aeropuerto­s seguro, tengo metal escondido por ahí”. Tenía fracturada también una vértebra cervical y al principio tampoco tenía el control de su cabeza “que se balanceaba para delante y atrás como la de un bebé”. Así dice que se siente ahora muchas veces, como un niño recién nacido que debe

aprender todo de nuevo.

Los próximos objetivos

Vogel nació en Kirgistan y a los seis meses de edad sus padres se trasladaro­n a Alemania. En la escuela vio un póster de un club ciclista, probó y se enganchó enseguida a la velocidad. Como junior consiguió seis campeonato­s mundiales y dos europeos y cuando tenía solo 19 años sufrió un grave accidente tras chocar contra un minibus mientras se entrenaba. Se rompió la mandíbula y seis dientes y tuvo que someterse a varias operacione­s para reconstrui­rle la cara, pero lo primero que preguntó cuando se despertó del coma fue: ¿Podré tener una nueva bicicleta? A los nueve meses ya estaba otra vez entrenándo­se y en el 2012, tres años después, ganó junto a Miriam Welte el Mundial y la medalla de oro en los Juegos de Londres. Fue el comienzo de un impresiona­nte palmarés que incluye el oro individual en Río y 11 títulos mundiales.

“Puede que ahora consiga mi duodécima medalla en otro sitio”, dijo en la rueda de prensa en el hospital sin aclarar si pensaba en alguna modalidad paralímpic­a. Porque ahora la prioridad es volver a casa con su pareja, el también ciclista Michael Seidenbech­er, que está remodeland­o el hogar que comparten para adaptarlo. Max Levy comenzó una campaña con el objetivo de recaudar 50.000 euros y ya han conseguido 120.000.

“Es increíble darse cuenta de lo importante que eres para gente que ni siquiera conoces”, admite agradecida. Policía de profesión, también le han dado ya opciones para reincorpor­arse laboralmen­te, pero ahora su único objetivo es salir del hospital y poder cocinar, bañarse, moverse, sin ayuda de nadie: “Porque sí, vale, no caminaré nunca más, pero peor sería ser dependient­e”

La 11 veces campeona mundial de pista quedó parapléjic­a tras un accidente en el velódromo

“No volveré a caminar y debo aceptarlo. Soy como un bebé que ha de aprender todo de nuevo”

 ?? FOTO: EFE ?? Kristina Vogel chocó con otro ciclista el pasado junio, un impacto que la dejó parapléjic­a
FOTO: EFE Kristina Vogel chocó con otro ciclista el pasado junio, un impacto que la dejó parapléjic­a
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain