35 años de la caza a Diego
Una fea entrada de Goikoetxea mandó a Maradona al quirófano
Aún no se habían cumplido dos años de la lesión de Bernd Schuster en San Mamés, el 13 de diciembre de 1981, cuando el mismo central violento, Andoni Goikoetxea, mandó al quirófano a otro crack azulgrana, Diego Armando Maradona. Fue el día de la Mercè, 24 de septiembre, de 1983. Este lunes se cumplen treinta y cinco años. Una durísima, violenta y fuera de lugar entrada de Goiko, con los tacos por delante, al tobillo izquierdo del argentino, sin opción de jugar el balón, con mucho riesgo de hacer daño, rompió al ‘Pelusa’.
Era la cuarta jornada de la Liga 1983-84, con un Barça lo suficientemente consolidado al mando de Menotti como para soñar con una Liga que se resistía desde 1974. Dos temporadas antes, el mismo carnicero había dejado a Schuster casi un año en el dique seco al romperle el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en San Mamés, frenando de paso un sprint del Barça de Lattek hacia el título de Liga que parecía imparable. El Barça ganó 4-0 al Athletic de Clemente (el partido estaba ya decidido cuando Goiko actuó), pero perdió durante buena parte del campeonato a su estrella, que se retiró en camilla, con Goikoetxea tan pancho en el campo.
La baja y la sanción
Maradona estuvo menos tiempo de baja, a pesar de que inicialmente su lesión parecía más grave que la de Schuster. Diego fue intervenido la misma noche, en la Clínica Asepeyo, por el doctor González Adrio y estuvo dos meses con escayola y sin poder apoyar el pie izquierdo. Hizo la última fase de su recuperación en Buenos Aires, con el doctor Oliva, y reapareció el ocho de enero de 1984, tres meses y medio después de la lesión, haciendo bueno el pronóstico de los médicos del Barça después de la operación. Un pronóstico menos grave del que se había temido a pie de campo.
A Goikoetxea, que jamás mostró el menor disgusto ni, por supuesto, remordimiento, por ninguna de las dos lesiones. Incluso sacó pecho. En algunas entrevistas lució las botas que calzaba aquel fatídico
Goiko ya había lesionado de gravedad a Schuster dos temporadas antes
día como si fuesen un tesoro, ‘las botas que cazaron a Maradona’, con una sonrisa de oreja a oreja, le cayeron inicialmente 18 partidos, pero en medio de una enorme tensión y de una campaña del Athletic para rebajarla, Apelación la dejó en diez partidos y el CSD después en solamente siete.
Para la historia de la cara negra del fútbol quedan las imágenes de la brutal entrada de Goikoetxea, claramente a por Maradona. No vio tarjeta por parte del colegiado, el señor Jiménez Madrid, una calamidad, como tampoco se la mostró Soriano Aladrén en 1981 por cargarse a Schuster. En este caso, no pitó ni falta