Apariencias que engañan
Sí, sí... Si se busca la clasificación de Primera en el Teletexto, el Barça aparece como líder de clasificación. Mejor fijarse en otras cosas
Es tan cierto que no se le puede exigir al Barça que juegue siempre bien, como que no se puede admitir que lo venga haciendo tan mal. En el arranque de temporada, con resultados por encima del juego, el equipo ha tenido momentos, fogonazos pero poca continuidad y menos brillantez. La calamidad de Leganés podía haber llegado antes.
En Anoeta, después de ganar sin merecerlo a la Real con una actuación prodigiosa de Ter Stegen, los periodistas le preguntaron a Valverde si estaba preocupado por el juego del campeón. El entrenador, tirando de ironía, respondió que se iba de San Sebastián sólo un poquito preocupado, pero muy poco. Sólo le faltó decir, que miraba el teletexto por las noches y veía al Barça como líder de la clasificación.
Desde entonces, el líder ha jugados dos partidos de Liga más y se ha dejado 5 puntos. Empate en casa ante el Girona y derrota en Butarque. Aún así sigue primero favorecido por el batacazo del Madrid en Sevilla pero su fútbol, sin embargo, es inaceptable. Lejos de mejorar, empeora. Crea pocas oportunidades, concede muchas y no controla los partidos. Demasiadas flaquezas por más que aún estemos en septiembre, demasiados problemas para creer que esto se arregla en dos días.
Busquets, a diferencia del entrenador, fue más claro y rotundo tras la primera derrota. Habló de falta de solidez (puede deducirse que consecuencia de jugar 4-3-3 en vez de 4-4-2). Recordó también que cuanto mejor se juega, más posibilidades de victoria (vamos que se está jugando mal). El segundo capitán eludió buscar excusa alguna para explicar lo sucedido (caso del estado del césped de Valladolid) y no quiso valorar las rotaciones. Resumido en una frase: “A pesar de ser el inicio del campeonato, es preocupante encajar y no sumar”.
Al Barça, con el mismo entrenador y se supone con mejor plantilla, ya le han hecho en 6 partidos los mismos goles (7) que en toda la primera vuelta de la pasada temporada. Un detalle relevante que afecta no sólo a la última línea. Defender es un problema colectivo. Como atacar y, últimamente, la máxima expectativa es provocar una falta al borde del área y que Messi, a balón parado, decida. El Barça de hoy en día, veremos mañana, se explica desde lo individual. Mal asunto. Muy malo. El conjunto no es que no funcione, es que todavía no ha arrancado