Si a las rotaciones
FUERA MIEDOS. El Barça es grande porque a lo largo del tiempo ha sido capaz de arriesgar. Valverde bordó la Liga pasada después de perder la Supercopa ante el Madrid y solidificó un equipo base y confió en los jugadores que en otros tiempos se llamaban vacas sagradas. Esta temporada parece que también está en manos de los jugadores más veteranos. Sin embargo parece que es el momento de dar un vuelco. Sería bueno hacerlo.
VALVERDE DEBERÍA DAR el protagonismo de los encuentros de la Champions a las vacas sagradas. Es lo que quieren. Están mentalizados y motivados para la competición europea. Desde el discurso de Messi hasta la propia convicción de los futbolistas más veteranos. Y en los partidos de Liga debería confiar en los nuevos y en los jugadores de la cantera, jugársela con los tipos con hambre y darles continuidad. No solamente hacerlos aparecer y desaparecer y que acaben como señalados cuando el equipo empata o pierde. Darles la alternativa y que aprieten a los veteranos. Los nuevos fichajes y los chavales de la cantera son capaces de estar a la altura en la Liga. Pero necesitan minutos y confianza. La prioridad de los amos del vestuario que sea la Champions y la de los tipos con ganas de ganarse un puesto sea la Liga.
HAY QUE ESTABLECER competencia en la plantilla porque este equipo de pesos pesados está demasiado acostumbrado a la autorregulación y el Barça no está para autorregularse. Un equipo como el FC Barcelona debe jugar a la máxima intensidad los 95 minutos de cada partido de toda la temporada. No vale ir apretando y reduciendo en función del marcador de cada partido y de los rivales, porque luego puede pasar lo de Leganés o lo del Girona. Es el momento de arriesgar. Siempre le ha ido bien al Barça cuando ha puesto un punto más de riesgo, cuando le ha dado la alternativa a jugadores jóvenes o a fichajes hambrientos