Un campeón interminable

El campeón interminable, ¡sí, si!, así es Valverde, un campeón interminable. No es un ciclista interminable, porque de esos ya existen dentro del pelotón. Desde que coincidí con Alejandro Valverde me di cuenta que ganaba con mucha facilidad y superioridad. Uno piensa que puede ser un buen año de un buen ciclista, pero año tras año seguía cosechando triunfos en las mejores carreras de forma constante. Durante estos años , analizando sus cualidades y su perfil, creo con firmeza que si su calendario no hubiera sido tan exigente y enfocado a pruebas de tres semanas su palmarés sería todavía más numeroso de lo que ya es. Lo que más admiro de Valverde, sin lugar a dudas, es su capacidad mental. Cuando un deportista lleva en activo tantos años empieza a perder motivación por la monotonía diaria, los riesgos, la presión y, por supuesto, el sacrificio, el mucho sacrificio que conlleva un deporte tan duro como es el ciclismo. Valverde es el claro ejemplo de todo lo contrario. Cuando después de una grave caída en el Tour es capaz de conseguir al año siguiente 14 triunfos y algo que venía persiguiendo durante mucho tiempo: ser campeón del mundo.

Estoy seguro, muy seguro, que Valverde va a disfrutar muchísimo de este maillot tan merecido. Lo ha conseguido en un momento de madurez y plenitud deportiva.

Enhorabuena a ‘El Bala’, diste en tu mejor diana