Mundo Deportivo

De la ‘Bala Rosa’ a ‘La Jefa’

Ana Carrasco, 21 años, primera mujer en lograr un triunfo, en liderar y ganar un título mundial de velocidad

- Elvira González

La historia de Ana Carrasco Gabarrón (Cehegín, Murcia, 10-3-1997) es la de una chica que desde niña, desde que al año le robaba la moto de motocross con ruedines a su hermana, dos años mayor, para jugar con ella, dio muestras de una determinac­ión y tenacidad sin parangón. A base de lloros acabó venciendo la resistenci­a de su padre Alfonso, un ex piloto y entonces mecánico del ex mundialist­a David de Gea, y con cuatro años ya participó en su primera carrera de mini motos. Fue al verla como se manejaba sobre una Metrakit de 70cc compitiend­o con los otros niños cuando Alfonso se dio cuenta de que verdaderam­ente “la niña valía para esto”. Ella ya tenía la mente puesta en romper todos los tópicos y algún día ganar un Mundial.

Ana, de 21 años, ha sido y es la pionera del motociclis­mo femenino español en el campo de la velocidad y ahora ya a nivel universal, la que fue cosechando los primeros grandes resultados y despertand­o más la envidia que la curiosidad de sus rivales chicos. Con 14 años en el CEV de 125cc de 2011 fue la primera mujer en puntuar y lo hizo en su primera carrera en Jerez (décima) cuando en el equipo la llamaban ‘La Bala Rosa’. Se le escapó la primera victoria y podio que sería para su buena amiga María Herrera en Motorland Aragón en 2013 en Moto3, pero para entonces Ana ya se había convertido en la primera chica en competir en el Mundial de Moto3 y ya la apodaban ‘Lady Gas Gas’.

El primero de sus tres años fue sin duda el mejor, enrolada en el Team Calvo Laglisse con Pablo Nieto como team mánager, que supo sacar lo mejor de la murciana como piloto. El 13 de octubre de 2013, en Sepang, se convirtió en la cuarta mujer de la historia en puntuar en el Mundial tras Taru Rinne, Tomoko Igata (ambas en 125cc) y Katia Poensgen (250cc) al entrar 15ª. Y terminó la temporada en Cheste con un octavo puesto, en la misma carrera en la que su compañero de equipo Maverick Viñales se convirtió en campeón del mundo. En la clasificac­ión de los ‘rookies’ terminó tercera.

Pero en los dos siguientes años echó en falta ese equipo que funciona más como una familia. No pudo seguir bajo el paraguas de Laglisse al quedarse sin patrocinad­ores e in extremis fichó por el equipo holandés RW Racing, pero los desencuent­ros acabaron marcando su falta de resultados. El último año compitió con el Boe41 RBA en un box compartido con Gabri Rodrigo y Niklas Ajo, donde tampoco recuperó el ‘feeling’ por culpa de lesiones.

Al final de año se quedó sin moto en el Mundial y se topó con la realidad de lo difícil que era para una mujer disponer del mejor material para luchar con los de arriba. Tomó impulso bajando al CEV de Moto2, y tras un año de transición, tomó el camino del Mundial de Supersport 300. De aquella Moto3 de 90 kilos pasó a una SSP300 de 140 kilos.

Ya en su primer año en las filas del ETG (Escola Técnica de Girona) Racing y subida a una Kawasaki empezó a retomar la normalidad de estar en un proyecto ganador en el que podía dejarse de preocupar por la falta de dinero y centrarse en pilotar. Desde su debut tenía claro su objetivo: “Ganar el campeonato”. De entrada llegó la primera victoria en Portimao el 17 de septiembre de 2017, aunque le faltó regularida­d para aspirar al título.

El año del cambio

Fichó este curso por el DS Junior Team del ex Superbike David Salom, con quien entrena, y aunque no funciona como equipo oficial Kawasaki, tienen buen apoyo de fábrica. Con los mejores mimbres ha podido pensar en grande. El 13 de mayo en Imola llegó su segundo triunfo desde la pole, que vino acompañado del histórico liderato del Mundial, que confirmó en Donington con otra victoria. Desde entonces, gestionó los 22 puntos de ventaja adquiridos.

Sigue residiendo en Cehegín en casa de sus padres y su compromiso con los estudios sigue inalterabl­e –cursa 2º de Derecho en la UCAM–. Ha tenido ofertas para ir al Mundial de Moto2 pero solo regresaría con los medios adecuados. Se ha ganado tener esa oportunida­d con un Mundial bajo el brazo

Pionera en puntuar en el CEV con 14 años y en competir en el Mundial de Moto3

Ha tenido ofertas del Mundial de Moto2 , pero solo iría con los medios adecuados

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Ana ha encontrado el éxito en el DS Junior Team en SSP300. Antes, pasó por el CEV de Moto2 y estuvo tres años en el Mundial de Moto3, desde 2013 FOTOS: DS JUNIOR TEAM/PEP MORATA
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