Julen ni ficha ni marca

Aunque parezca de cienciaficción, Julen Lopetegui tuvo que afrontar ayer una rueda de prensa en la que el tema estrella era si sufría por su continuidad. Y eso que la Liga sólo va por la jornada 8 y que el Madrid suma los mismos puntos que el líder, el Barça. Esta zozobra en torno al entrenador blanco viene provocada por el ‘meneo’ del Pizjuán, el reciente fiasco ante el modesto CSKA ruso con alguna rotación de peso en el once, y porque los madridistas ya suman más de cinco horas sin marcar un gol entre Liga y Champions. Pero cuando aún la temporada no ha hecho más que empezar, que se focalice el disgusto de una forma tan clara en Lopetegui deja una evidencia: que si se apunta y ya se dispara contra el técnico es porque, por lo que sea, no quiere ponerse el punto de mira en la planta noble del Bernabéu. A Julen lo fichó Florentino tras fracasar con otros entrenadores y, que nadie lo olvide, a costa de montar una tangana nacional en el seno de la selección a pocas horas del inicio de un Mundial. Tampoco hay que olvidar que el entrenador no fue quien vendió a Cristiano y no fichó a un delatero de nivel para intentar compensar esa fuga de goles. Sonaron de Kane a Neymar pasando por Hazard, Rodrigo y hasta el veterano pero efectivo Aspas .Y llegó Mariano, prometedor pero sin bagaje en la Liga. Todo se fió a que Benzema marcase más goles, a que Bale explotase por fin y no se lesionase, y a que Asensio demostrase que lleva dentro un futuro Balón de Oro. Pero las cabras tiran al monte. El francés ya es el gato que no caza ratones, el galés vuelve a tener problemas musculares y Ceballos brilla más que Asensio. Quien quiera que dispare al pianista Julen, pero él no tiene la culpa de que el whisky del Saloon blanco sea más flojo que el del año pasado