Una Real muy de Zubieta toma San Mamés
Mermado por las bajas, pero con 9 canteranos en el 11 titular, el equipo de Asier Garitano se impone en el derbi vasco
Las bajas de futbolistas importantes como Zaldua, Theo, Mikel Merino y Juanmi no conformaban precisamente buenos augurios para la Real Sociedad en el derbi vasco disputado ayer en San Mamés, pero los de Asier Garitano, con 9 canteranos en el 11 inicial, se crecieron ante la adversidad para llevarse los 3 puntos a Donosti. Se adelantaron gracias a un penalti transformado en gol por Oyarzabal en el 30’, Muniain igualó para el Athletic poco después, pero ya en la segunda mitad, Sangalli, y otra vez Oyarzabal desde el punto fatídico, acabaron por certificar el 1-3 del triunfo de los ‘txuri urdin’.
El Athletic arrancó algo mejor que la Real, pero los de Garitano fueron de menos a más guiados por la buena lectura del partido que hizo el técnico de Vergara para acabar ganándole la partida a Berizzo.
Las ocasiones de gol se hicieron esperar y llegando al 30’, aconteció la jugada que lo cambió todo, con el VAR autoinvitándose a la fiesta para que se decretase un penalti que Hernández Hernández no había señalado en primera instancia. Jugador de la Real con el 10 a la espalda y gol desde los 11 metros. ¿El añorado Xabi Prieto? No, fue un Oyarzabal que, tras marcar, mostró con orgullo el escudo que porta como respuesta a los rumores que continuamente le situan como objeto de deseo del conjunto bilbaíno.
Pero el Athletic supo encajar el golpe, y Muniain, tan solo dos minutos más tarde, hizo el 1-1 mandando a la red el balón aprovechando una desafortunada carambola de la zaga blanquiazul en una jugada que él mismo había construido en la medular.
Gol psicológico
Se llegó al descanso con 1-1, pero a los dos minutos de la reanudación, Sangalli (que estuvo imperial), aprovechando un gran servicio de Zubeldia desde la derecha (¡Qué partido el de éste último también!) marcó su primer gol en partido oficial con la Real para hacer el 1-2 con el que acabó de cimentarse el triunfo de los suyos.
El definitivo 1-3 lo hizo Oyarzabal en el 74’, otra vez de penalti, y Aduriz marcó cinco más tarde, pero en un fuera de juego de esos de escuadra y cartabón que, aunque ajustado, lo era.
La Real durmió a las puertas de Europa mientras que el Athletic lo hizo con la desazón de quedarse a 4 puntos de su eterno (pero sano) rival y la sensación de que no estuvo a la altura de la cita