Mundo Deportivo

Las machadas están en el orden del día en MotoGP

Lorenzo ya protagoniz­ó varias en el pasado jugándose el título

- Elvira González

Jorge Lorenzo no se juega el título mundial de MotoGP, tiene muy comprometi­da la segunda plaza que en estos momentos está en poder de su compañero Andrea Dovizioso que le saca 44 puntos y por la tercera plaza está ahora mismo a 29 puntos de Valentino Rossi. Está en sus manos decidir si le vale la pena arriesgar más en este GP de Tailandia que parece gafado para él o bien darse un respiro y ya no le viene de otro cero, el tercero seguido, sobre todo porque se les viene encima el triplete asiático que les llevará a correr una semana tras otra en Motegi, Phillip Island y Sepang a partir del 21 de octubre.

Pero los pilotos de MotoGP están acostumbra­dos a las machadas cuando realmente les vale la pena asumir riesgos. El propio Jorge Lorenzo ha corrido con clavículas rotas, ha hecho la pole y ganado carreras con fisuras en el pie. En 2008, su primer año en MotoGP, sufrió una espeluznan­te caída en Shanghai y se produjo un pequeña refractura del ápice del maleolo tibial izquierdo y rotura del ligamento lateral del tobillo izquierdo y una fractura del astrágalo y contusión en el calcáneo del tobillo derecho del tobillo izquierdo. Y así corrió la carrera y concluyó cuarto. Pero lo que nadie ha olvidado fue su heroicidad de 2013, que ha inspirado a muchos jóvenes pilotos, pero que hoy en día ya está prohibido por reglamento porque nio había expulsado la anestesia de su organismo. A mitad de la segunda tanda de libres del GP de Holanda pisó la línea blanca a la salida de la curva 13 y sale despedido a 224 km/hora. Se produjo una fractura desplazada de la clavícula izquierda en tres partes. Aquel viernes viajó de vuelta a Barcelona para operarse de urgencia en el hospital General de Catalunya a las 2 de la madrugada del sábado, donde le colocaron una placa de titanio y ocho tornillos y a las 6 de la tarde ya estaba de vuelta en Assen. El domingo pasó el examen médico, disputó el warm up y la carrera que acabó quinto 35 horas después.

Había entrado en Assen a 9 puntos del entonces líder Dani Pedrosa, otro hombre acostumbra­do a firmar dolorosas machadas, y le valió la pena arriesgar de esa manera. Al final del año esos 11 puntos ‘extra’ que conquistó en Assen le permitiero­n llegar al último Gran Premio luchando por el título con Marc Márquez que al final perdió. Sin embargo tras la cita de Assen volvió a sufrir otra caída y se le dobló la placa que le habían colocado. Repaso por el quirófano y nueva machada en Laguna Seca donde además confesó que se había mareado en carrera.

Correr con clavículas operadas una semana o diez días antes es lo más habitual en los pilotos de motociclis­mo y hasta con piernas rotas como en Aragón el pasado año demostró el veterano Valentino Rossi que se presentó 20 días después de su caída y operación ante el doctor Charte para que le diera el OK médico, y lo consiguió, con una fractura de tibia y peroné y un clavo atravesado en su pierna derecha y moviéndose en muletas

En Assen’13 se presentó a la carrera 35 horas después de operarse la clavícula

Valentino corrió en Aragón’17 veinte días después de romperse la tibia y peroné

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