Consistente y preciso
En Valencia, el Barça se quedó sin victoria, de nuevo, en lo que se ha convertido en un inicio dificultoso de los de Valverde en esta Liga 2018-19. El año pasado nos asombrábamos de cómo los blaugrana encadenaron casi toda una Liga sin perder y en cambio en este arranque estamos ya demasiado acostumbrados a perder puntos en diferentes circunstancias. El 1-1 en Mestalla no tiene nada que ver con la derrota en Butarque o el empate ante el Athletic pero un equipo como el Barça debe saber aprender de cada punto perdido, y la reacción en forma de victoria está tardando demasiado en llegar.
Pese a ello, no tengo ninguna duda de que Valverde está corrigiendo cada error que ve y así lo demuestra con un movimiento clave en el once en Mestalla. La presencia en el equipo de Arthur y la baja de Dembélé dio consistencia en el centro de campo, poblando esta zona y ayudando continuamente a Busquets en su labor. De esta manera, Coutinho puede dedicarse más a lo que se le da mejor: crear y atacar. Cierto es que con la falta de Dembélé se pierde velocidad, pero hay más precisión. A Arthur no lo vimos perder ni un balón. También hay que añadir que sus pases son la mayoría de seguridad, sin riesgo. Sin duda el francés aporta rapidez, sorpresa y desequilibrio (indispensables en algunos contextos futbolísticos) pero no aporta una precisión necesaria en partidos en los que hay muy pocos espacios.
Con todo, lo que vimos sobre el terreno de juego es un Barça con actitud ganadora, a pesar del resultado, lanzado al ataque y buscando los tres puntos hasta el final. Es momento de quedarse con las sensaciones que transmite un conjunto capaz de golear en Champions en los dos encuentros que ha jugado, toda una declaración de intenciones para Europa, y en detalles tácticos como los citados anteriormente que pueden definir el camino a la senda que debe tomar un equipo del calibre del Barça