MONUMENTAL
Incontestable victoria de Thibaut Pinot en el Giro de Lombardía por delante de Nibali y Dylan Teuns Alejandro Valverde (11º) no hizo buena su condición de favorito y no tuvo opciones de luchar por el triunfo
Tendrá que esperar un año más Alejandro Valverde para conquistar el Giro de Lombardía, una de las pocas clásicas que se le resisten y en la que partía como uno de los favoritos a la victoria en su 112ª edición. Pero al final el campeón del mundo no pudo luchar por el triunfo, que se jugaron en la subida al Muro de Sormano Thibaut Pinbot y Vincenzo Nibali. El francés del FDJ demostró de nuevo el fenomenal estado de forma que demostró hace tres días en la Milán-Turín y volvía a imponerse en suelo italiano.
La ‘clásica de las hojas muertas’ presentaba un recorrido de 241 kilómetros y 4.000 metros de desnivel acumulado, un test muy exigente a estas alturas de la temporada, con un perfil rompe piernas y cuyo desenlace estaba escrito que iba a empezar a decidirse en la penúltima ascensión del día, la del Colma di Sormano, a 47,4 kilómetros de meta.
El primero en mover de verdad el avispero fue el ex saltador de esquí Primoz Roglic a las puertas de Sormano, culminando el buen trabajo previo de su equipo, Lotto-Jumbo. Bahrain-Merida controlaba bien la carrera y marcó de cerca al esloveno. Roglic afrontó en primera posición la ascensión a Sormano de casi dos kilómetros, al 16% de media con una pendiente máxima del 27%. Su alegría iba a durar bien poco. Nibali quería ser protagonista, aunque antes de tomar la salida decía que no estaba en plena forma y a su rueda se pegó Pinot. La victoria iba a ser corsa de estos dos ciclistas, con Valverde agazapado.
Duelo final apasionante
Ambos coronaron destacados Sormano y se lanzaron a tumba abierta a un peligroso descenso a 45 kilómetros de la meta en la ciudad de Como. Nibali tuvo un par de sustos, pero no cedió en su empeño. Por detrás acabaron contactando Roglic y un fenomenal Bernal, y los cuatro se fueron a por el triunfo. Valverde movió un poco el grupo perseguidor cuando la diferencia era de 40”, pero estaba demasiado solo y falto de piernas, y además había poco entendimiento. El cuarteto de cabeza mantuvo la diferencia de 30-40 segundos sobre sus perseguidores, entre los que estaban Enric Mas, Mikel Nieve o Ion Izagirre. En cuanto empezaron las primeras rampas duras del Civiglio, penúltima ascensión del día (4,2 km de subida a una pendiente media del 9,7% y máxima del 14%) Pinot y Nibali tomaron unos metros de ventaja. Roglic pagó el ataque de Sormano y Bernal el esfuerzo de la caza.
Ataque decisivo de Pinot
Fueron cuatro kilómetros apasionantes, con Pinot y Nibali castigándose constantemente, hachazo va hachazo viene, hasta que el galo del FDJ vio que el siciliano sufría más de la cuenta y en las rampas más duras del Civiglio, del 14%, Pinot dejaba sentado a Nibali.
Coronó Thibaut con 21” de margen sobre Vincenzo. Quedaban 9 kilómetros de descenso antes de la subida final suave al Olimpino. Nibali iba fundido y no pudo recortar la diferencia que le había tomado Pinot en una de sus especialidades, el descenso. Por detrás, ataques de Daniel Martin y Rigoberto Urán, con Valverde dejándose llevar. Pinot pasó por la cima del Olimpino con margen suficiente para asegurarse la victoria. Nibali sería neutralizado a poco más de 2 kilómetros, momento en el que el ‘Tiburón del Estrecho’ demostró la casta que atesora y volvía a atacar para asegurarse el podio. No podía repetir el triunfo de 2017, pero al menos acabaría segundo por delante de Dylan Teuns.
Valverde finalizó el 11º en su última carrera de una temporada sensacional, en la que acabará como nº1 del mundo y campeón del mundo, a sus 38 años