LIDERATO CARÍSIMO
Messi se rompe tras dejar tocado al Sevilla con una asistencia y un gol en 12 minutos Triunfaron el despliegue de trabajo colectivo y un Ter Stegen en modo Supermán Luis Suárez fue un incordio para el Sevilla, participó en los tres tantos y decidió de p
La peor pesadilla de todo barcelonista cobró forma en el primero de los tres partidos de máxima exigencia que el conjunto de Valverde afronta en ocho días. Leo Messi se ha roto. Una obstrucción del ‘Mudo’ Vázquez que Martínez Munuera no consideró falta acabó en una fea caída de Leo en la que su codo derecho soportó todo su peso y no resistió. Después, sus compañeros aplazaron los lamentos, se recompusieron y supieron recuperar el liderato ante el Sevilla (4-2) pese a la ausencia de su líder, que había marcado un gol y dado una asistencia cuando se rompió. Luis Suárez, que efectuó un gran trabajo en ausencia de su amigo, acabó de resolver en la segunda parte, aunque hubo que sufrir tras el gol de Sarabia en un tramo final de empanada defensiva, con intervenciones brutales de Ter Stegen y goles de Rakitic y Muriel.
No fue una noche fácil, sino el cierre idóneo para una jornada surrealista. El Sevilla defendía liderato y tuvo ocasiones, en varias fases del encuentro, para sacar algo positivo, pero la pegada del Barça aprovechando errores de la defensa andaluza y la capacidad de trabajo colectivo y control del equipo azulgrana resolvieron después. No fue una actuación azulgrana brillante, pero sí de solidaridad colectiva y de grandes derroches, como el de Suárez enloqueciendo a los tres centrales de Machín o las Sergio Busquets y Arthur controlando en la media. O de Ter Stegen en modo Supermán. El equipo puso tesón para superar la pérdida de Leo, cuando todavía se desconocía su alcance. Ganó, podría decirse, con el escudo.
Goles y drama
El Barça ya ganaba 2-0 cuando Messi se rompió, con goles de Coutinho a pase de Leo tras jugada de Semedo y dejada de Luis Suárez, el primero, y del propio argentino, tras un error en el pase de la zaga andaluza interceptado por el uruguayo y pase al espacio a Leo, el segundo. El equipo, apoyado en ese 2-0, reaccionó a la fatalidad con entereza, pero el impacto emocional fue grande y el combate por el liderato se puso cuesta arriba para el conjunto azulgrana pese a la ventaja, porque el conjunto andaluz se vio sin su bestia negra enfrente y se creció.
Obligado a irse arriba el Sevilla porque el partido había comenzado prácticamente 2-0, el Barça tuvo espacios por los que buscar el tercero a la contra, especialmente en las botas de Dembélé, relevo de Messi, al que sin embargo faltó frescura en los metros finales. Acabó desquiciado, olvidada ya la felicidad del arranque de temporada.
Los avisos del Sevilla
El conjunto andaluz amenazó antes de llegar al entreacto con un tiro al poste de Arana, un cabezazo alto de Carriço a la salida de uno de los muchos córners que tuvo que ceder el Barça, con mucho trabajo para sus centrales –gran Piqué ayer– y un remate fuera de Sarabia tras centro de Navas, que fue un in-
cordio para Jordi Alba, huérfano además de los pases al hueco del maestro.
Un paradón doble de Ter Stegen (el primero de dos), volando a la escuadra tras cabezazo de André Silva y rechazando espectacularmente el remate posterior de Vázquez, fue la antesala de la jugada que acabó de decantar el partido. En un balón largo al espacio, Luis Suárez ganó la espalda a los centrales sevillistas (la defensa fue algo parecido a una verbena) y sorteó a Vaclik, que le hizo penalti cuando ya encaraba la portería. El mismo ‘Luisito’ transformó la pena máxima.
El Sevilla puso el miedo en el cuerpo con gol de Sarabia y la zaga azulgrana tuvo momentos de descontrol. Ter Stegen volvió a salvar al Barça con otro doble paradón antes de que Rakitic marcase el cuarto de volea y, sobre la bocina, Muriel lograse el segundo sevillista. Demasiado carnaval en las áreas para dos aspirantes al título