Cervera explota de júbilo con su paisano
Los festejos en el pueblo de Márquez empezaron ayer a la espera de la gran fiesta del título, aún sin fecha
Marc no estaba solo en Motegi. Encima de su moto le acompañaban las ganas y el empuje de sus paisanos, que se congregaron de madrugada para seguir la carrera japonesa en la que su vecino tenía su primera oportunidad de revalidar el título Mundial.
El punto de encuentro era el Teatre de la Passió de Cervera, en el que más de 300 miembros del Official Fan Club 93 de Marc Márquez se dieron cita ayer para vibrar con la tremenda salida del piloto del Repsol Honda, sufrir con el susto que sufrió en la vuelta 11 al ponerse en cabeza e iniciar a celebrar a lo grande el nuevo triunfo de su campeón. Así, los hinchas calentaron motores de cara a la gran fiesta que se espera en el pueblo en las próximas semanas (todavía sin fecha) y que volverá a llenar las calles de Cervera de miles de aficionados en una jornada que lleva repitiéndose desde que en 2010 se proclamara campeón de 125cc.
La carrera para los fans fue un verdadero sufrimiento digno del lugar donde se representa la pasión de Jesús. Hasta que Marc no consiguió adelantar a Dovizioso, la afición no explotó de júbilo ondeando las banderas rojas con el ‘93’.
Tras el adelantamiento de Marc a dos vueltas del final y la posterior caída del italiano, los aficionados no pararon de celebrarlo y gritar “si, si, si, el títol ja està aquí” y señalando con los dedos los siete títulos de Marc. Si alguien dormía en Cervera no tardó en despertarse. A las puertas del teatro, en el mismo centro del municipio, una traca de petardos y motos haciendo sonar los escapes ensordecieron a todos.
Tras la victoria, cientos de aficionados salieron las calles del pueblo para hacer sonar los claxons de sus coches y se acercaron a visitar a la madre de Marc, Roser Alentà, y a la tienda de su tío, Ramón Márquez, que no estaba presente ya que se encontraba a pie de pista junto a su sobrino. Lo vivido ayer en Cervera es solo el principio de los festejos en un pueblo que tendrá que esperar más de 15 días para ver a su paisano debido a que le quedan dos grandes premios aún en Australia y Malasia
Más de 300 fans se congregaron en el municipio ilerdense para animar a Marc