Mundo Deportivo

EL BARÇA SE CARGA A LOPETEGUI

El Camp Nou vivió una tarde apoteósica, con ‘hat trick’ de Luis Suárez, que hunde al Madrid y noquea a su entrenador Coutinho abrió la goleada, el VAR evitó que se le birlara un penalti al uruguayo y Arturo Vidal se estrenó como goleador

- Joan Poquí

Es incalculab­le la cantidad de títulos, domésticos e internacio­nales, de los que el Madrid ha ido haciendo acopio de regalo a lo largo de las décadas, mientras el fútbol esperaba que la tecnología apareciese para desenmasca­rarles. Ayer el VAR entró con fuerza en la historia de los Clásicos e hizo justicia en un penalti clamoroso de Varane a Suárez que, pese a ser clamoroso, Sánchez Martínez no se había atrevido a señalar. Acabó pitándolo y fue el segundo gol de un Clásico que nos deja una nueva ‘manita’, ocho años menos treinta días después de la que se llevó el Madrid de Mourinho. Coutinho abrió pronto la goleada, Luis Suárez firmó un ‘hat trick’ que pudo ser repóker de no ser por el poste y por Courtois, Marcelo dio un atisbo de vida al moribundo y Arturo Vidal completó el clímax absoluto en un Camp Nou entregado a un equipo sin Leo que liquidó a Lopetegui y deja al Madrid a siete puntos. Apoteosis barcelonis­ta contra apocalipsi­s blanca.

Puede decirse que el Clásico tuvo tres fases: dominio azulgrana, reacción blanca y resolución final del Barça. Hubo algún momento de incertidum­bre, pero al final el desenlace fue el que ya se intuyó en un gran primer tiempo. Es cierto que, antes de llegar al ‘ha t trick’ de Suárez, el Barça tuvo que apretar los puños para resistir en una reacción del Madrid con gol de Marcelo y tiro al palo de Modric, pero los riesgos que tomó el conjunto blanco fueron bien aprovechad­os por el azulgrana. Arturo Vidal cerró la ‘manita’, que en años anteriores, jugando en el Bayern, había sido una víctima de los ‘errores’ arbitrales favorables al Madrid en Champions. El karma.

El once de Valverde salió con la voluntad manifiesta de seguir circulando por la misma ruta emprendida en el partido contra el Inter de Milán sin Messi: un laborioso, sobrio y eficaz trabajo de equipo para hacer suyo el partido a través del control en el centro del campo. El conjunto azulgrana controló, tuvo el balón y se lo escondió a un Madrid desconecta­do que se limitaba a intentar lanzar balones largos a la espalda de la zaga barcelonis­ta. Como cualquier equipo de media tabla en el Camp Nou.

El gol de Coutinho fue el premio a ese arranque dominador del Barça. Y fue un tanto de manual. Apertura de Rakitic a la izquierda digna del mejor Schuster, control, carrera y centro espectacul­ares de Jordi Alba y remate de Coutinho demoledor desde la segunda línea, adonde se dirigió el pase de la muerte del lateral de L’Hospitalet, colosal.

El VAR intervino para hacer justicia en el penalti de Varane a Suárez, que transformó la pena máxima ajustando el chut al poste pese a la buena estirada de Courtois, pero pudieron llegar más goles: se lo sacó el meta belga a Arthur con una gran estirada, Piqué remató defectuosa­mente de cabeza otra oportunida­d y Rafinha dispuso de un disparo desde la frontal.

Quince minutos blancos

El Barça no había rematado y el Madrid, tocado de muerte, buscó un chispazo que le devolviese la vida. Y ese chispazo fue el gol de Marcelo, muy pronto tras el descanso, rematando un centro de Isco tras jugada de Lucas Vázquez, el revulsivo de Lopetegui en lugar de Varane para atacar con un arriesgado 3-4-3. El gol dio momentánea­mente la razón al técnico. El Madrid jugó sus mejores quince minutos y aún hubo un chut al palo de Modric. Pero el riesgo en ataque se tradujo en un tres contra tres en defensa. Demasiada ventaja para el Barça, que tuvo el tercero en otro tiro al poste, de Suárez en posición acrobática después de apertura, otra, de Rakitic y centro de Sergi Roberto.

Ese gol que la madera había negado al uruguayo iba a llegar tarde o temprano, porque, con el Madrid abierto y quemando sus naves, Suárez estaba llamado a vivir una noche inolvidabl­e. Valverde puso a Dembélé y avanzó a Sergi Roberto para dar profundida­d y rematar al Madrid a la contra. El francés puso en marcha una jugada que acabó con centro del de Reus y cabezazo a gol del uruguayo. Y los dos volvieron a ser protagonis­tas en el cuarto y el quinto.

El clímax de Luisito y de la grada llegó con un error grotesco de Ramos que Sergi Roberto aprovechó para repetir asistencia al ‘nueve’. Y Vidal remató de cabeza un centro de Dembélé para el 5-1. Una ‘manita’, otra, inolvidabl­e, que Courtois evitó que fuera un sextete en otra acción de Suárez. Y sin Messi

El dato Otro 5-1 en canteranos El Barça alineó de entrada a Piqué, Alba, Sergi Roberto, ‘Busi’ y Rafinha. En el Real, solo Nacho de la casa.

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FOTO: EFE Lopetegui, tocado El técnico encajó una manita que le puede costar el cargo

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