Valverde devuelve el 5-1

Ala tercera va la vencida, Ernesto Valverde ya puede presumir de haber ganado un Clásico en el Camp Nou. Tras la decepcionante derrota en su debut oficial en Supercopa y el empate intrascendente del último Clásico, por fin ayer le ganó al eterno rival ante su afición.

Y lo hizo con un planteamiento impecable. Desde repetir el once que ya se mostró eficaz frente al Inter a la clarividencia en los cambios y a la idea de insistir en masacrar al rival por el costado izquierdo con un

Jordi Alba letal que sigue poniendo de manifiesto lo injusto de su ausencia en la selección. La reacción de

Valverde a las circunstancias del partido no pudo ser más certera. Puso orden en el momento más delicado con la entrada de Semedo que liberó a Sergi Roberto y su búsqueda de espacios, dio un paso adelante con el desborde de Dembélé y le mandó un guiño a un Arturo

Vidal que puede ser importante en los próximos partidos que serán más rocosos.

Sabe Valverde que seria un error dejar correr la euforia y triunfalismo y es lo que se encargó en hacer desde el minuto uno del postpartido: “Disfrutemos hoy, el miércoles hay partido”.

Pues que disfrute hoy también Valverde porque, si ambos técnicos llegaban cuestionados al Clásico, uno sale poco menos que con la soga al cuello. Por su parte

Valverde gana crédito y respeto y, además, le devuelve al Real Madrid ese doloroso 5-1 (en agregado) que sufrió en sus propias carnes en el inicio de su aventura como técnico del Barça.