REGALO A LEWIS
Ocon arruinó la carrera de Verstappen cuando el holandés era claro líder y entregó el triunfo a Hamilton Mercedes conquistó su quinto Mundial de Constructores y hundió un poco más a Ferarri
Dos semanas después de coronarse como pentacampón del mundo, en el GP de Brasil de F1, en territorio de su ídolo Senna, Lewis Hamilton se vio beneficiado de la suerte del campeón al ver como un accidente entre Ocon y Verstappen le entregaba el triunfo. Cruel desenlace para el holandés, que tras protagonizar una espectacular remontada desde la quinta posición, veía como el francés le quitaba una enorme victoria con una maniobra inexplicable que le haría terminar segundo. Triunfo número 72 para Lewis, el décimo en 2018, la mejor forma para que Mercedes celebrara también en Interlagos su quinto Mundial de Constructores, todos ellos consecutivos (de 2014 a 2018).
Los reyes de la era híbrida de la F1 terminaron así de destrozar el ánimo de Ferrari, que con otros dos tremendos errores de Vettel, solo piensa en empezar a olvidar esta campaña.
La carrera empezaba con mucha emoción. El poleman Hamilton veía por el retrovisor como su compañero Valtteri Bottas superaba a Vettel en la primera curva después de un bloqueo inoportuno de ruedas de ‘Seb’. Enésimo fallo del germano, que se vio superado por un increíble adelantamiento de Verstappen en la vuelta 4. Ya fuera de sí, se fue largo en una curva y permitió que su compañero Raikkonen, que acabó tercero, le superara.
Por su parte, el holandés estaba absolutamente encendido tras pasar también a Bottas y se dirigía peligrosamente hasta Lewis. El de Mercedes sufría más blistering (ampollas) que sus rivales de Milton Keynes, como ya pasó en México y tuvo que entrar antes a boxes que el joven de Red Bull. Max salía del pit lane a 2”8 y en tres vueltas le dio caza. Por radio le pedían calma, pero esa palabra no existe en el vocabulario de Max, que le quitó las pegatinas a Hamilton en la recta.
Lewis sufría con sus gomas y se quejaba de algún fallo en el motor. Debía conformarse con ser segundo, hasta que le cayó la victoria del cielo cuando vio desde la distancia como Ocon, al tratar de desdoblarse, empujaba fuera a Verstappen.
Llámenlo suerte del campeón o como quieran, pero otra vez, Lewis venció, y es que bien se podría readaptar la frase de Lineker en el Mundial de 1990 haciendo referencia a Alemania con el inglés como protagonista: en la F1, pase lo que pase, siempre gana Hamilton.
Sainz y Alonso, sin premio
Sainz fue 13º tras una enorme arrancada en la que ganó dos posiciones y después de pasar a Gasly en la última vuelta, mientras que Fernando Alonso solo pudo ser 16º por un fallo de su equipo en su pit stop que le impedía mejorar su plaza en una carrera en la que ya de por sí parecía imposible puntuar