El gran Barça siempre debe jugar junto
Si antes del partido ante el Betis me dicen que el Barça va a perder por 3-4 no me lo creo. Es el encanto de este deporte y la prueba de que de fútbol no entiende nadie. Bueno, sí, a toro pasado. Por eso sonrío a veces cuando leo o escucho conclusiones categóricas en un juego que depende de tantos factores. Cuando conoces el final de la película todo el mundo sabe quien era el asesino; traducido, como había que ganar ese partido. Este lunes todos los elogios van para este Betis de Quique Setién, un entrenador al que siempre le gusta que sus equipos jueguen bien, como era él de futbolista, igual que el mejor Atlético de Simeone se parece a él de jugador. Y tan verdad es eso como que, hasta llegar al Camp Nou, el Betis de Setién sólo había marcado un gol como visitante. El domingo logró cuatro, pero podía haber metido algunos más. Salvo los remates le salió todo lo demás, ganando como de verdad le gusta hacerlo al Barça, con mucho medio campo. Respecto a los partidos precedentes, a priori más difíciles, fue un Barça desconocido futbolísticamente. Ante Valencia, Sevilla, Real Madrid, Tottenham, Inter... el Barça jugó con un sistema muy definido, normalmente con Coutinho de falso extremo. Así que lo que en un dibujo sería un 4-3-3, era en realidad un 4-4-2 o hasta un 4-5-1 por el perfil de los jugadores, con tendencia a juntarse en la zona ancha. Cuando el Barça se siente a gusto llega con mucho desde atrás al área rival, aunque los goles casi siempre los marquen los mismos. Y así, aunque apriete arriba al adversario, cuando funciona de verdad la distancia entre la defensa y la delantera no va más allá de los 35-40 metros. Ante el Betis, en la primera parte, eso no ocurrió, porque la mitad del equipo iba hacia adelante y la otra mitad para atrás. Resultado, una gran distancia entre líneas, el auténtico problema. Luego, por retoques y orgullo incluso se pudo remontar, pero pasó eso que a veces pasa cuando estás en un partido torcido: falla el portero, expulsión...
Valverde tomará nota. Su manera de jugar está definida y le funciona bien. Lo que más me preocupa de la derrota ante el Betis es que llega antes del parón FIFA y me gusta coger vacaciones con una sonrisa. Y, también, hay que decirlo, que se hayan ido siete puntos del Camp Nou. Eso debe atajarse