MISTER BOUIN
Reyes Estévez, símbolo de la Jean Bouin GP Allianz con sus 7 victorias desde benjamín a promesa, regresa el 25-N a la decana como entrenador de los ‘runners’ de CaixaBank
El 25 de noviembre, en la salida de la carrera Open de la 95 Jean Bouin Gran Premi Allianz estará vestido de corto al- guien muy especial en la historia de la carrera urbana más antigua de España. Se llama Reyes Estévez, tiene 42 años y hoy es el entrenador personal de los ‘runners’ de CaixaBank, fiel colaborador de la prueba, que están preparando la carrera barcelonesa. Colgó las zapatillas hace unos años después de una trayectoria que le llevó a ser campeón europeo de 1.500 y, aún hoy, el último medallista español en esa prueba en un Mundial (1999). Reyes ha sido, además, el símbolo de la labor formativa de la Jean Bouin, aunque nunca consiguió ganar en la categoría senior.
¿Por qué es Reyes ‘Mister Bouin’ si su nombre no figura en el palmarés ‘grande’ de la carrera que organiza Mundo Deportivo? La respuesta hay que buscarla en las otras facetas que hacen grande a la Bouin desde que nació en 1920, la voluntad de la carrera por dar espacio a las categorías de base y formación. Porque Estévez se hizo atleta en la Bouin, y su ejemplo es el espejo de los miles de chavales que, a partir de benjamines, saldrán a ganar también la Bouin, como el atleta de Cornellà hizo, ahí es nada, como benjamín (1985), alevín (1986), cadete (1990 y 1991), junior (1993 y 1994) y promesa (1997).
Estévez dirigió ayer mismo uno de esos entrenamientos para empleados de CaixaBank, una firma que le ha convertido en un asesor de lujo de sus empleados para algo tan saludable como el ‘running’. Orientado hacia el entrenamiento tras crear una empresa dedicada a preparar a amateurs y profesionales, Reyes les pone a punto para una carrera que él conoce como nadie. La ganó por primera vez con nueve años “y ese recuerdo no se me olvidará nunca. Volver a ella es cerrar el círculo en la carrera más especial, la que viví con más intensidad de niño. Empecé a ser atleta en la Jean Bouin. Fue mi primera victoria y muchas veces pienso que de no haber ganado
aquel día, quizás luego no hubiera sido atleta. Y además la Bouin me ha visto crecer, cada año volvía porque iba esa carrera como un Mundial, con la ilusión de subir al podio... y gané ni yo sé cuántas veces”. “Lo que más me impresionaba era
el ambiente. Solo en benjamines, salíamos 300 niños a competir”.
No ganó como senior. “Tengo dos espinas clavadas, no haber ganado la Bouin ‘grande’ y no bajar de 3’30” en el 1.500. Pero cuando me hice profesional, era difícil estar en forma en noviembre, el objetivo era el verano. Y la senior son 10 kilómetros... quizás en la Open tenga más suerte”, dice un Reyes que entrena casi a diario, y que acabó este año su primera maratón, Berlín, en 2h33’.
Ha pasado de alumno a profesor. “Habré tenido mis cosas y mis rabietas, pero entrenando no había problemas, a mí siempre me encantó entrenar”. Ahora, como entrenador, ya ha descubierto que “lo más difícil es descubrir qué necesita cada corredor”. Lo vive a diario con sus pupilos, y se atreve a aconsejar a quien esto escribe: “Partiendo de cero, con un mes de preparación y tres sesiones semanales, puedes preparar la Bouin y acabarla a tu ritmo”. Gracias, profe