FUTURO VERDE
El Joventut completa su ampliación de capital con una inyección económica de 3,6 millones Scranton Enterprises, del grupo Grifols, contará al final con un 70% en la propiedad de la SAD
El fondo Scranton Enterprises, controlado por el grupo Grifols, contará con un 70% de la propiedad del Joventut SAD, una vez se ha completada la ampliación de capital aprobada en junta el pasado 13 de septiembre. La entidad tiene prevista una reunión del consejo de admnistración mañana jueves donde hará balance de la operación y dejará listos los números para su entrada en registro mercantil este viernes.
Tras esta reestructuración, el resto de la propiedad del Joventut queda en manos del grupo Baspenya (5,5%), del Club Joventut (2,5%) y un 22% repartido entre pequeños accionistas.
La entrada de este nuevo propietario en mayoría, que finalmente aporta una inyección económica de 3,6 millones de euros, asegura el futuro de la Penya, una situación que ya quedó bastante clara en la última junta, cuando se aseguró que, al menos, tendría más del 50%.
“Gracias a Dios había poca incertidumbre porque teníamos garantizado que se iba a cubrir”, explicaba el presidente del Joventut, Juanan Morales. “Pero ha habido gente que ha acudido. El hecho de que se supiera que era muy difícil que Scranton no acabara siendo accionista mayoritario da más valor a la gente que ha adquirido más acciones”, agregó.
Los socios actuales tenían preferencia para adquirir más participación y algunos lo han hecho pero, además, se ha registrado la entrada de 250 nuevos dentro del grupo de pequeños propietarios. Tras registrar estas compras, Scranton completó el resto de capital ampliado.
La entrada de este fondo de inversión supone también la presencia de tres representantes del mismo en el consejo del Joventut SAD. Se trata de Ramón Riera, Eduard Arruga y Luca Tassan, que ya han estado trabajando con el consejo en la planificación estratégica. “Vienen a apoyar el proyecto de la Penya tal como la conocemos y preservar todo este legado”, dice Morales. “A todo el mundo le gustaría ganar dinero pero son conscientes del negocio en el que entran. Antes que nada tenemos mucho trabajo estabilizar estructuras. Ellos ven oportunidades pero no he detectado impaciencia”, detalla.
El presidente de la Penya confirma que la operación supone un respiro para la tesorería pero también se muestra prudente al respecto. “Este dinero ya estará disponible y es una bombona de oxígeno en la tesorería. También es verdad, sin embargo, que buena parte va a cubrir deuda estructurada. Nos va a quedar un pequeño remanente para parcelas del club destinadas sobre todo a optimizar ingresos”, aclaró.
En cualquier caso, la ampliación de capital en estos términos resultaba impensable hace apenas ocho meses cuando la entidad se debatía entre su continuidad o disolución. Las deudas acumuladas y los problemas de cobro de partidas procedentes del Ajuntament y la Fundació Capital Europea del Bàsquet abocaron a una junta extraordinaria en marzo en la que los accionistas dieron una última oportunidad. La decisión se ha demostrada acertada