“LA ESPERA VALE MUCHO LA PENA”
Después de dejar atrás el momento más difícil de su carrera, Carles Aleñá (Mataró, 5 de enero de 1998) ya está totalmente recuperado de su lesión y afronta con toda la ilusión su primer año en el primer equipo del Barça. Acaba la pesadilla, empieza el sueño para el canterano.
Antes que nada, ¿cómo se encuentra?
Muy bien, muy contento por cómo está yendo todo. Sobre todo por cómo me recuperé de la lesión. No he tenido ninguna molestia y eso era lo más importante. Estoy feliz de poder ir convocado en estos últimos cuatro partidos y además disfrutando de minutos.
Tiramos atrás. ¿Cuándo le comunican que será jugador del primer equipo?
Me lo confirman después del partido de Gijón, cuando quedaban tres semanas para acabar la Liga pasada, pero dos semanas después, en el último partido pasa lo que pasa.
La lesión. Aunque fue más duro el día después, ¿verdad?
Cuando me lesiono tengo la sensación de que no me había roto tanto. Es más, me toco un poco abajo porque pienso que en esa otra zona. Y al día siguiente, vengo a la Ciutat Esportiva a hacerme las pruebas y me dicen que tengo el tendón roto, que tengo que pasar por el quirófano. No me lo podía creer. Fue de los días más duros que recuerdo como jugador, realmente muy difícil, pero a la vez no me esperaba mi propia reacción. Hice un giro rápido porque sabía que tenía una oportunidad que no podía dejar escapar. Si bajaba los brazos hubiera sido complicado volver aquí.
No se había lesionado nunca. ¿Cómo vivió este lado más oscuro del fútbol?
Fue un infierno. Nunca había parado ni dos semanas. Por suerte no había sufrido nada muscular, nada. La primera lesión y me rompo en el tendón, con lo complicado que es. Lo pasé muy mal esos tres meses, pero me sirvió. Fue un aprendizaje.
Dicen que en los malos momentos aparece la gente realmente importante.
Me ayudó mucho Iván de la Peña (su representante). Él pasó por lesiones de estas. Me dijo que tenía dos opciones: Bajar los brazos o luchar al cien por cien cada para recuperar lo antes posible el tendón. Además de él, los que nunca fallan: mi familia, mis amigos y mi novia estuvieron cada día conmigo. Y mensajes de compañeros o ex compañeros que me alegraron mucho.
¿Alguno en especial?
El de Andrés Iniesta. Me envió ánimos para que volviera pronto porque el primer equipo me esperaba. Un mensaje de una persona como él, de su categoría y a quien admiro tanto, me dio mucha fuerza para seguir.
Y el entrenador, ¿qué le decía?
Valverde también estuvo muy bien. Me llamó justo después de la operación para saber cómo estaba y me transmitió tranquilidad. Que yo era jugador del primer equipo, que la lesión no había cambiado nada. Que no buscarían ninguna salida para mí. Se agradece mucho porque te da seguridad. Como fue todo tan rápido, no sabía qué podía pasar. Son mensajes que necesitas para poder afrontar mejor la recuperación.
Una vez recuperado, ¿qué le pide el técnico?
Que siga con lo que venía haciendo en el Barça B el año pasado. Ese carácter de líder, de no esconderse, de buscar el balón y girarme para asociarme. Que pruebe, que chute, que arriesgue y que defienda... No quiere verme cohibido, no le gusta. El año pasado cuando subía con ellos aún lo estaba, pero ahora con los entrenamientos y los partidos vas cogiendo desparpajo. La verdad es que me siento muy bien.
Está cómodo en este papel.
La verdad es que ahora estoy en una situación que todo lo que me digan lo tengo que hacer. Estoy cómodo y contento por la confianza.
Era el ‘10’ del filial y ahora es como el juvenil del primer equipo. ¿Qué tal es ser el ‘rookie’?
Cambia un poco porque siempre he sido un jugador importante. Esto es totalmente distinto, ahora estoy con cracks mundiales. Pero me lo estoy pasando genial. Es la bomba convivir con gente que eran tus ídolos y veías por la tele. Es un lujo y estoy aprendiendo muchísimo.
¿Definitivamente podemos dar por cerrada la etapa del Barça B?
La doy por quemada, pero no por cerrada, porque nunca se sabe. Acepté que si no iba convocado jugaría con el filial, más que nada por mí. Para sentirme bien físicamente y sumar minutos. Aporta cosas positivas, así que no descarto volver a jugar con el Barça B si es necesario.
Se ha notado que le ha servido para tener ritmo.
Sí, esa era la intención. Al menos quería estar rodado cuando me llegara la oportunidad en el primer equipo. Imagínate que no hubiera jugado en el filial. El ritmo en los partidos no es el mismo que en los entrenamientos, es muy diferente.
Pero cuando le proponen volver al B, ¿no piensa que se la están colando?
Sí que piensas que quizás es un paso atrás, pero fue por mutuo acuerdo y con toda la naturalidad del mundo. Me reuní con Segura, Abidal y Planes y me preguntaron qué quería hacer. Si quería dorsal del primer equipo o creía que podría ser bueno tener ficha del B. Y fui yo quien elegí jugar con el filial porque era muy difícil entrar en el equipo después de una lesión. No pensé mal en ningún momento.
¿Cómo afronta su futuro próximo?
Tampoco me gusta pensar demasiado en lo que vendrá porque esto cambia mucho de un día para otro. Llevaba dos meses sin entrar en una lista, tras el partido de Copa he encadenado cuatro convocatorias y a lo mejor ahora vuelvo a quedar fuera. No quiero planear mucho aunque tengo la idea de trabajar para seguir ganándome oportunidades. Vamos a ir día a día, dándolo todo y las cosas buenas llegarán.
¿Le gustaría salir cedido como su amigo Marc Cucurella para tener más minutos y seguir un proceso más escalonado?
Es una idea, está claro. Pero ahora mismo no me imagino fuera del Barça. Tengo la confianza del entrenador y de la directiva. En ningún momento me han propuesto ni una cesión, ni salir en invierno. Y no saldrá de mí porque estoy muy a gusto aquí. Es mi primer año en el Barça y no tengo ninguna prisa. Es una buena opción lo que ha hecho Cucurella, porque está teniendo minutos en Primera, pero yo opto por quedarme aquí y esperar mi oportunidad.
Paciencia. Qué importante es en la cantera del Barcelona, ¿no?
Es lo más importante y a la vez lo más difícil. Eres futbolista del Barça y piensas que podrías estar jugando en cualquier equipo de Primera, pero hay que tener paciencia, es lo básico. Como tuvieron Sergi Roberto, Iniesta o Xavi. Son mis ejemplos. Es muy difícil jugar en el primer equipo del Barcelona y hay que ir poco a poco aunque cueste llevarlo porque todos queremos jugar. Pero esto es el Barça y por eso aguantas cosas que en otros sitios quizás no las aguantarías.
¿El canterano azulgrana se hace a
fuego lento?
También es por el nivel que hay en la plantilla. Es el mejor equipo del mundo. En otro club es más rápido porque seguramente no hay tanta competencia. Pero la espera vale mucho la pena. A la vez, creo que hay que dar oportunidades a la gente de la casa para demostrar que podemos tener sitio. Hay que trabajar para que el club confíe en la cantera.
¿Cree que se confía suficiente en la cantera?
Sí, sinceramente. La gente tiene en su memoria lo que se vivió en este club con Pep Guardiola y hay que ser conscientes de que eso es muy difícil de repetir. Una generación tan buena, con ese nivel y con jugadores todos de la casa es muy complicado. Aunque sí que hay que dar oportunidades a la gente de aquí que se lo merezca. Y eso se está haciendo: Ahora nos ha tocado a Samper o a mí y también entrenan Riqui Puig y Miranda, que tendrán su momento.
Es el único superviviente de su generación, los que más sufrieron la sanción FIFA.
Teníamos un equipo para ganarlo todo y aquella sanción fue dura para nosotros, nos hizo daño. Aún así yo estoy aquí pero hay otros futbolistas que están jugando fuera en Primera División. Debemos pasar página y volver a retomar el camino