Toyota, el éxito de la mejora constante
El gran rendimiento del equipo japonés en todo el Mundial Resistencia se basa en la filosofía Keizen
El trabajo realizado por Toyota en estos últimos años bien podría servir de ejemplo para muchos. En los malos momentos hay dos caminos, el hundirse o el saber sacar el lado positivo para seguir mejorando. Y en eso, los nipones han dado una clase magistral a todos. Lo han hecho mediante la filosofía que mueve a su empresa, aplicándola en las carreras de resistencia, y ello le ha dado la fuerza definitiva para alcanzar el éxito.
Se trata de la filosofía Keizen (cambio a mejor), de origen japonés, que se fundamenta en la idea de la mejora continua, que se consigue cambiando múltiples aspectos de cada una de las personas que forman la organización. Y precisamente, el mayor exponente de dicho pensamiento en la casa japonesa es el presidente de la empresa, Akio Toyoda,, que pese a la mala suerte de sus coches en 2016 y 2017 en Le Mans, no se rindió y cambió completamente la tendencia de la firma.
Su persona queda dibujada perfectamente en sus famosas cartas, punto de partida con las que ha conseguido levantar el ánimo del equipo en sus peores momentos, como en 2017, cuando lejos de dar excusas, asumía lo sucedido en La Sarthe pidiendo disculpas a sus pilotos por no dejarles “dar el máximo” y dejaba claro que, pese a que “la tecnología híbrida ha avanzado en la competición con el WEC en carreras de 6 horas, puede que no esté aún lista para la distancia de las 24 horas”.
Reacción y motivación
Lejos de tirar la toalla, vieron en lo sucedido una oportunidad de superarse. Da igual que Porsche se marchara y que Toyota se quedara como único equipo oficial. Encontraron una motivación por la que seguir. El objetivo de las marcas en las carreras es desarrollar tecnologías que luego apliquen en sus coches de calle. Y eso es precisamente lo que quería el máximo mandatario de la compañía: “Le Mans es un precioso laboratorio en el que podemos iniciar retos relacionados
El presidente de l la compañía, Akio Toyoda, clave en el cambio de mentalidad
El conjunto entendió que no solo se trataba de hacer un coche rápido, sino fiable
con la tecnología y probándola hasta el extremo”. Y se quedaron en el WEC entendiendo que no solo debían hacer un coche rápido si querían ganar.
Tal fue la obsesión que antes de la cita francesa de este año el equipo probó en los test de invierno su coche en condiciones extremas, en cualquier posibilidad negativa. Rodaron incluso sin una rueda para saber qué hacer en cada momento, centrándose esta vez no solo en la velocidad, sino en una ‘fuerza’ que antes no habían tenido, la fiabilidad que consiguieron mejorando constantemente, siguiendo su nueva filosofía. Y todo ha salido a la perfección con un plan detallado y una ejecución que ha enamorado a Alonso, que igual que Toyota, siempre intenta seguir mejorando