El Barça busca un 9 (Elogio de Eulogio)
Esta semana sin fútbol, Barçatv ha tenido el acierto de juntar a Ter Stegen con Salvador Sadurní, el guardameta actual con quien fuera portero del Barça durante 16 temporadas hasta que se retiró junto a Rifé y Torres. En este fin de semana sin Liga, en Gandía, Asensi, Rexach, Sánchez y Zuviría estuvieron recordando la Recopa del 79, ganada en Basilea. Robert Fernández (al que no le duelen prendas en seguir haciendo barcelonismo tras tener que abandonar el Club) fue protagonista, junto a Estella, Clos y Ramos, del homenaje al delantero Eulogio Martínez que le hizo la Penya Barcelonista Vilamajor’s el pasado fin de semana. No todo acaba en el último gol de Messi, ni empieza en el primer triplete. Somos herederos de 118 años de historia, y de miles de historias. Sin duda, la de Eulogio Martínez tiene mucho de novelesco y tiene algo de lección para el presente.
El delantero paraguayo llegó al Barça a los 23 años procedente del Libertad de Asunción y, por su facilidad rematadora y su fantasía futbolística, enseguida se puso a la afición culé en el bolsillo. En 1956 venía para hacer tándem con Kubala, para intentar alargar el ciclo de las 5 Copas y para reducir el impacto de la decisión salomónica que acabó con Di Stéfano en el Madrid, cuando había venido para jugar en el Barça. El rendimiento del ‘abrelatas’ fue abrumador. Marcó 168 goles en 225 encuentros y su principal hazaña fue meterle 7 goles al Atlético de Madrid en un partido. Era el antepenúltimo encuentro oficial que se jugó en Les Corts. 1 de mayo de 1957. El Barça ya había ganado (2-5) la ida de los octavos de final de la Copa del Generalísimo en el Metropolitano. En el partido de vuelta, en el palco de Les Corts había ya la nueva estrella que el Barça había fichado para la siguiente temporada. Evaristo de Macedo, la figura goleadora del Flamengo fue al partido y vio, atónito y en directo, los 7 tantos de Eulogio
Martínez. En el descanso, y para darle la
bienvenida a su competidor, el paraguayo ya había metido 5. Hasta el total del 8-1, Eulogio marcó dos más y Kubala el de relleno. Al finalizar esa exhibición (récord todavía en la historia del Barça), Evaristo fue muy elocuente ante la prensa: “Con un delantero como este, no sé por qué me han fichado. Quizá quieren que barra el vestuario”. En una delantera con Basora, Kubala, Eulogio
Martínez, Luis Suárez y Tejada, los de Domingo
Balmaña se salían.
A partir de entonces, jugaron juntos los dos. Eulogio y Evaristo, además de Kubala .En la inauguración del Camp Nou (24 setiembre 1957), Eulogio marcó el primer gol del estadio y, en el descanso, le sustituyó Evaristo, que anotó el cuarto y último ante la selección de Varsovia (4-2). En cinco temporadas, ganaron las dos Ligas con Helenio Herrera, fueron el primer equipo en apear el Real Madrid en Europa y, de no ser por los postes cuadrados de Berna, hubieran ganado la primera Copa de Europa. Esa noche, Eulogio no jugó. A Kubala ya en declive, a Eulogio ya Evaristo se había sumado otro gran goleador como Kocsis. Cuantos más, mejor para hacer un gran equipo.
Ahora Griezmann acaba de decir que no vino por la sombra de Leo Messi. Allá él. El
Luis Suárez actual dice que da permiso para que le busquen un sustituto, pero el Barça anda de puntillas para ver cómo se tomaría el uruguayo según qué nombre. Aquí tienen que seguir viniendo los mejores goleadores, tener más de un 9 de garantías y que la competencia les haga mejores. Menos remilgos y no tanto miedo a las vacas sagradas