El mundo mira incrédulo a Argentina
La imagen del fútbol argentino queda muy dañada tras la suspensión de la final
“Otra oportunidad más perdida delante del mundo entero que nos observa, vergonzoso, lamentable”. El tweet de Gabriel Batistuta no dice algo muy distinto a lo mucho que se dijo en las últimas horas, pero por lo que dice, y por quién lo dice, sirve como resumen de lo que es hoy el fútbol argentino y de cómo está visto a ojos del planeta.
Esta final de Libertadores entre Boca y River, que era inédita hasta que se convirtió en insólita, parecía la oportunidad ideal, irrepetible, que tenía Argentina para lavar su imagen. Lejos estuvo de eso, y si por algo pasó a la historia, fue por todo lo contrario: Vergüenza, descontrol, locura... Y si la palabra tragedia no forma parte de este listado, es simplemente de milagro.
Escenas lamentables
Las imágenes macabras que dieron la vuelta al mundo son muchas y sonrojan a cualquiera: la mujer envolviendo con bengalas el cuerpo de una niña; un grupo de hinchas de River revoleando por los aires y pateando un cerdo muerto al que vistieron de Boca; peleas a puñetazos entre aficionados con la misma camiseta; grupos de personas destruyendo y robando coches en los alrededores del Monumental; el ataque al bus del plantel ‘xeneize’; o, lo peor, las escenas que evidencian cómo las Fuerzas encargadas de la seguridad liberaron la zona para que esa agresión se produjera.
Pero hay mucho más de lo que avergonzarse: el “pacto de caballeros” –así lo llamaron ellos mismosentre los presidentes de ambas instituciones duró un puñado de horas; los jugadores dejaron pasar una gran ocasión de devolverle al fútbol la dignidad que se merece, haciendo una manifestación pública en conjunto; y la Conmebol, esa entidad a la que ya nadie respeta, el domingo volvió a suspender el partido después de que las puertas del estadio se abrieran. ¿Y la gente? Bien, gracias…
El cáncer de las barras bravas
Por otro lado, ese cáncer que son las barras bravas, y que no para de crecer en muchos casos de la mano de esos mismos dirigentes que públicamente dicen enfrentarlo, también tiene su protagonismo: el viernes la Policía de la Ciudad de Buenos Aires secuestró 300 tickets oficiales y el equivalente a 150.000 euros en efectivo en la vivienda de Héctor Godoy, ‘Caverna’, jefe de ‘Los borrachos del tablón’, la barra de River. No son pocos los que sospechan que el ataque al bus de Boca tuvo que ver con eso, como venganza…
Por si todo esto fuera poco, basta recordar que el propio presidente de Argentina, Mauricio Macri, en su día pidió que estos duelos se disputaran con público visitante… Y Patricia Bullrich, su Ministra de Seguridad, dijo que sería muy simple organizar un operativo de seguridad para eso. Quedó demostrado que no