Grandes números rojos
Si en agosto le juran a Eusebio que después de 13 jornadas tendría los mismos puntos (20) que el Madrid, el míster del Girona no lo hubiera creído. Si se lo juran a Florentino Pérez, tampoco. Pero es así. El Real sólo está delante, sexto, en la tabla por la diferencia de goles.
Y si le juran a Rubi que al cumplirse prácticamente el primer tercio de la Liga, el Espanyol (21) iba a estar un punto por encima del campeón de Europa y a sólo 4 por detrás del campeón de Liga, el técnico del Espanyol tampoco hubiera dado crédito a la predicción.
La clasificación puede parecer esperpéntica pero es el fiel reflejo de la inconsistencia de los grandes. Manda el Sevilla teniendo sólo un punto más (26) que los que acumulaba el año pasado. Y la explicación es sencilla: Los cuatro que estaban entonces delante tienen muchos menos: el Valencia, ojo, 16 menos; el Atlético, tres menos, el Madrid 7 menos y el Barça, 10 menos.
Es decir, los cuatro primeros de la jornada 13 de la Liga 2017-18 cosechan alarmantes números rojos. Un siniestro que ha igualado el campeonato. Algo que desde el punto de vista de la emoción es muy agradecido, pero que desde el punto del vista del rendimiento de los grandes indefendible. Perder más de un punto por jornada no es mejoría ajena sino agravamiento propio.