Isco se deprime en el Olímpico
Se refugió en el vestuario para seguir el partido después de ser el descarte de Solari
Isco bajó el penúltimo del autocar del Real Madrid en el Olímpico. Sólo Kroos salió después que el malagueño. Cabizbajo, triste, alicaído, pagaba con la cara Isco. Solari había comunicado al grupo el once inicial, donde no figuraba Isco,l alistad e suplentes, donde tampoco estaba Isco y la lista de descartados con dos nombres: el de Luca Zidane, el tercer portero; y el de Isco Alarcón.
Pisó el césped Isco del Olímpico pero rápidamente se retiró hacia la grada buscando que García Coll le indicara el lugar asignado para los descartados, para los que no pueden ayudar ni desde el banquillo. El palco estaba lleno, repleto de glorias de la Roma llegadas para homenajear a Totti. Tampoco quería Isco que una cámara de televisión fijase el plano en su cara, le siguiese desde el primer minuto. Así que decidió quedarse con Luca Zidane en la zona de vestuarios para sufrir con el Real Madrid por televisión. Por lo menos no pasaría frío.
Con Solari no había sido titular en ninguno de los cinco partidos en los que había sumado apenas 79 minutos. En Champions, en ese partido que el Real Madrid sólo se jugaba ser primero o segundo de grupo, el partido en el que Solari buscaba re- surgir tras la derrota en Eibar, Isco se quedaba fuera. Descartado. Seña- lado. Hundido.
A Isco le ha costado coger la for- ma física después de su operación de urgencia de apendicitis. Solari seguramente habría querido que Is- co se hubiera recuperado con más rapidez, sobretodo físicamente, ha- bía sido el malagueño importante para Lopetegui siempre. Pero al téc- nico argentino no le gusta ni la anar- quía ni la actitud de Isco cuando no es el más mimado del vestuario. No le gustan los gestos, las caras, los comentarios. No le gustan a Solari ni al presidente del Real Madrid, al que le dolió que el globo Lopetegui se pinchara tan rápidamente -después de haber sido tan poco elegante con la selección- y que la elección del técnico del filial generara dudas con el 3-0 ante el Eibar.
Solari decidió señalar a Isco para agitar al vestuario. Se atreve con el malagueño porque sabe que tiene el paraguas de la zona noble. El ves- tuario estaba entregado a Lopete- gui al 50% y a Solari lo miran de reo- jo porque saben que es un hombre de Florentino, sin más. Pero ahora es el que manda. Y lo seguirá ha- ciendo pese a que Antonio Conte si- guió el partido desde la grada, segu- ramente feliz por no haber aceptado entrenar a este equipo cuando a Lo- petegui se le acabó el crédito
El argentino decidió señalar a Isco para agitar al vestuario tras el 3-0 en Eibar
Apenas cuenta para Solari y ayer tocó fondo en Roma al quedarse en la grada