LIBRO DE ESTILO
Así es la particular forma de jugar en ataque de la Selección: un sello reconocido en todo el mundo El propio Scariolo da las claves: velocidad, menos sistemas estáticos y más conceptos y el uso del triple
Hace unos meses, en el marco del Torneo Júnior de L’Hospitalet, Sergio Scariolo, seleccionador nacional español, ofreció un clínic, organizado por la Fundación Aíto García Reneses e Improve Basketball, que llevaba por título “Jugar llegando, sello de identidad del baloncesto de formación” y que puede servir para entender cuál es el estilo de juego por el que se está apostando desde la dirección técnica de la Federación Española, donde Scariolo asume las funciones de coordinador técnico (aunque su fichaje por Toronto Raptors ha hecho que parte de su trabajo recaiga ahora en José Ignacio Hernández).
Uno de los objetivos que la FEB perseguía con este ‘libro de estilo’ para todas sus selecciones nacional (en la web de Mundo Deportivo se puede consultar este texto ampliado) –el cual es lógicamente una base que puede tener algunas variantes en función de los puntos fuertes o débiles de un determinado equipo– era uniformar el trabajo para que los jugadores conociesen la filosofía y no hubiera de esta forma que perder tiempo cada año introduciendo muchas novedades, es decir, no tener que empezar siempre de cero. “Si queremos mantener la competitividad no podemos desperdiciar ni un ápice de nuestros recursos y de nuestro tiempo”, indicaba Scariolo.
El concepto: ‘llegar jugando’
La manera de jugar se definió en función de las capacidades que tradicionalmente tiene el jugador español y de un sello que ya es conocido. “Si le preguntáis a jugadores o entrenadores de todo el mundo qué es lo que identifica al baloncesto español –apuntó Scariolo–, la mayoría contestarán que es la capacidad de jugar utilizando todo el campo pero de una forma lógica y organizada, la idea de jugar llegando al ataque sin parar el balón para mandar un sistema estático. A lo largo de estos años nuestros jugadores se han sentido cómodos así y eso nos ha dado resultados importantes”.
Precisamente eso –dinamismo, velocidad y contraataque– es una de las señas de identidad históricas del basket español. “El objetivo es jugar sin parar el balón en, como mínimo, un 40 por ciento de las posesiones ofensivas. Es un objetivo ambicioso, pero alcanzable”, indicó Scariolo, quien señaló que “en el primer equipo siempre nos hemos movido entre el 30 y el 35% en cada campeonato”.
La primera idea, por supuesto, es intentar anotar siempre que se pueda en contraataque. Si no es posible, se hace en transición pero siempre sin parar y sin ordenar sistemas, es decir, lo que se llama ‘jugar por conceptos’. algo que puede sonar sencillo, pero que en ocasiones es bastante complicado, ya que los jugadores deben saber interpretar, estar concentrados y atentos y saber ‘leer’ el juego y lo que está pasando en la cancha –en su equipo y en la defensa rival– para tomar las decisiones correctas, es decir, para moverse y ejecutar la mejor opción posible. Es un juego FOTO: A.NEVADO FIBA/FEB/BORJAB.HOJAS/LOF
Sergio Scariolo “Si preguntáis en todas las partes del mundo qué es lo que identifica al basket español, la mayoría dirán que es la idea de jugar llegando al ataque sin parar el balón para mandar un sistema estático”
“Tenemos que incentivar el triple, el jugador que recibe el balón tiene que mirar al aro”
que parece ‘libre’ y, de hecho, tiene márgenes de libertad considerables, pero que tiene unas normas, una lógica y una intención. Los movimientos, por lo tanto, han de ser armónicos, con una especial atención al hecho de respetar los espacios, todo ello con una estructura en la que desde el ‘uno’ hasta el ‘cuatro’ juegan por el perímetro y sólo el ‘cinco’ evoluciona por las posiciones interiores.
Triples y ataques sin sistemas
Otro aspecto clave es el uso del triple, algo que va acorde con la tendencia que se está viendo en todo el mundo. “Es algo que tenemos que incentivar, el jugador que recibe el balón tiene que mirar al aro –indicó Scariolo–. El triple ya tiene una importancia fundamental actualmente, pero queremos hacerlo dentro de las situaciones más correctas y más idóneas para nuestros jugadores”.
Cuando no se pueda anotar en ese juego en contraataque o en transición llega entonces el momento de parar y marcar jugada. Y ahí la intención es tener pocos sistemas, pero hacerlos muy bien, poniendo mucha atención en el detalle. En las situaciones anteriores, cuando se juega ‘por conceptos’ el jugador tiene más libertad para salirse del movimientos e improvisar, pero en esta fase del ataque debe tener más disciplina.
“Esto no va a revolucionar nada –resume Scariolo–, pero queremos hacer algo que tenga una lógica en función de las características de nuestros jugadores y que se sepa por qué nos verán jugar de una determinada manera a nuestras selecciones. A veces las cosas vistas de forma aislada pueden costar de entender, pero si lo vemos en un contexto más global y con un objetivo a largo plazo se pueden entender mejor”