REY CARLSEN
El noruego retuvo su título mundial arrollando a Caruana (3-0) en el desempate a partidas semirrápidas Tras 12 tablas en el formato clásico, quedó patente la superioridad de Magnus cuando el reloj apremia
Cumpliendo fielmente los pronósticos, Magnus Carlsen retuvo ayer su título mundial de ajedrez al arrollar a Fabiano Caruana por 3-0 en el desempate a partidas semirrápidas. Tras las 12 tablas en el formato clásico (6-6), el noruego dejó patente ayer su superioridad sobre el aspirante estadounidense cuando el reloj apremia. Carlsen cumplirá hoy 28 años consolidado como el rey del tablero.
“Creo que jugué relativamente bien. Fabiano es un jugador muy fuerte y yo siento que tengo cosas en las que trabajar, claramente. Sinceramente, mi juego no ha sido fantástico en los dos últimos años, pero este Mundial ha sido un paso en la dirección correcta”, afirmó ayer el campeón.
Las 12 partidas de la final de ritmo clásico habían finalizado sin una sola victoria. Especialistas y Grandes Maestros lo consideraron como un verdadero éxito para el candidato.
La FIDE, en su reunificación en 2007, eliminó de manera justa el privilegio del campeón de retener la corona en caso de empate: garantizó así la emoción hasta el final al tener que disputarse el desempate en una sola sesión de juego. Ayer se disputó el desempate, cuya primera serie consistía en cuatro semirrápidas de 25’.
Calidad inigualable
Aquí surgió la genialidad y la inigualable calidad de juego del noruego, que dominó totalmente al estadounidense, al que abatió por un rotundo 3-0. Carlsen no dejó dudas de que sigue siendo el mejor jugador del mundo en semirrápidas: en 2016 también ganó el título por este sistema al ruso Sergey Karjakin, en Nueva York.
La primera partida empezó ayer con la prestigiosa apertura Catalana que Carlsen planteó con las blancas: resultó la más correosa del encuentro y Caruana se defendió con gran habilidad, pero finalmente y debido a los grandes apuros de reloj tuvo que rendir el rey tras 55 movimientos.
En la segunda se jugó una defensa Siciliana con la variante Pelikan, que ya habían disputado varias veces en este Mundial: el campeón dominó por completo en tan sólo 28 jugadas. Posiblemente a Caruana la derrota le dejó tocado y no jugó a su nivel normal.
En la tercera partida del desempate, Carlsen escogió una línea poco frecuente de la Siciliana, jugando con la tranquilidad de tener casi asegurada su corona. Desmoralizado por sus anteriores derrotas, Caruana quiso arriesgar, pero jugar en estas condiciones frente a un formidable adversario era una misión imposible y la partida acabó con la tercera y definitiva victoria de Carlsen, que finiquitó el Mundial sin necesidad de recurrir a la cuarta partida semirrápida.
Las incógnitas quedaron despejadas: Carlsen es un genio en todas las especialidades del ajedrez y Caruana está casi a su misma altura en el clásico (12 tablas), pero está lejos del potencial de Carlsen en las partidas rápidas
1 SIN RIVAL El noruego, que hoy cumple 28 años, mostró su genialidad en las semirrápidas
2 INCÓGNITA DESPEJADA Caruana está casi al nivel de Carlsen en ajedrez clásico, pero lejos en el rápido