TIRAN DE ORGULLO
El Barça Lassa se saca la espina de la derrota en Montenegro y supera a un batallador Iberostar Los azulgrana impusieron su energía en defensa para frenar el ataque alegre del rival
El Barça Lassa no podía permitirse el más mínimo tropiezo en el Palau y los jugadores se mostraron perfectamente conscientes de ello ante el Iberostar Tenerife, al que superaron por 77-73. Tras el revés sufrido en Podgorica en Euroliga, se exigía a los de Pesic una reacción firme frente al equipo revelación de la temporada para mantener el liderato en solitario en ACB. Ésta llegó en base al orgullo herido y a un plus de energía en defensa, el sello de los equipos de un Pesic que cumplía 200 partidos en el banquillo azulgrana.
Chris Singleton, con 12 puntos y un 25 de valoración, lideró el triunfo de los azulgrana en el que fue, sin embargo, un triunfo coral, con siete jugadores con 8 o más puntos anotados y una defensa que, a poco menos de dos minutos del final, tenía en menos de 60 puntos a un equipo que llega a anotar más de 80 de media.
Con Steve Nash en la grada de espectador ilustre, el gran interés del partido radicaba en la resistencia que podría ofrecer el conjunto insular siendo fiel a un estilo singular pero que cada vez es más tendencia. La apuesta desacomplejada por el triple, que le ha llevado a lanzar mucho más de tres que de dos hasta ahora, se ponía a prueba ante un Barça que basa su eficacia sobre todo en la defensa y el control del rebote.
El Iberostar dio unos primeros avisos de su plan, con triples de McFadden iniciales que le permitieron tomar la delantera (0-6) pero un Barça muy intenso consiguió revertir la situación con recuperaciones que le permitían correr. Singleton asumió protagonismo, igual que Hanga y el resultado fue un parcial de 15-2. El Iberostar estaba lejos de rendirse y en la entrada de un sorprendente Sebas Saiz, que incluso se atrevió con triples por primera vez en la temporada, encontró un revulsivo. Sus últimos ataques antes del descanso, con buena circulación y criterio, evidenciaron que el Barça ya entonces estaba lejos de mantener la intensidad y energía del inicio, 36-41.
Esas malas sensaciones antes del intermedio pusieron al Barça en alerta para salir en la reanudación con la intensidad y pasión dle inicio. El resultado fue demoledor en el ataque de un rival que siguió insistiendo con los triples pero ya sin eficacia. El parcial de 20-7 registrado en este tercer cuarto dejó casi KO a los aurinegros, que cedían por ocho, 56-48, y se veían obligados a un esfuerzo extra difícil de conseguir.
Las cosas fueron a más para el Barça en el inicio del tercer cuarto, con reparto de canastas de Kuric y un juego con ritmo que desarboló al rival. Ni Saiz ni McFadden pudieron mantener su eficacia de minutos anteriores y las opciones de victoria de su equipo se fueron desveneciendo hasta el 77-58 del minuto 37.
Una técnica a Kuric y triples sucesivos de Brussino y Abromaitis propiciaron una reacción final visitante que sirvió para maquillar el resultado pero que, en otro contexto, hubiera resultado imperdonable. El parcial de 0-15 final hizo que el partido no acabara con sensaciones óptimas para los de Pesic. Quizá fue una última lección para entender que sólo con intensidad y constancia puede este equipo dar pasos firmes en sus progresos