Mundo Deportivo

“ME HA IMPRESIONA­DO EL REGRESO DE TIGER”

- Raúl Andreu / Caldes de Malavella

Fueron 16 minutos exactos de entrevista en su Academia del PGA Catalunya Resort, que dieron bastante de sí. No ha acabado el año que un ‘recuperado’ Sergio García (Borriol, 9 enero 1980) ya piensa en el 2019.

Entre sus múltiples victorias en los cinco continente­s figuran un Grand Slam y varias Ryder Cup con récord incluido de puntuación, ni se sabe el dinero embolsado en premios, y ha sido padre por lo que, si ha escrito un libro y ha plantado un árbol ¿qué le queda por hacer en su brillante carrera golfística a sus casi 39 años?

Siempre hay cosas que hacer, pero he sido muy afortunado trabajando muy duro para ello. Nadie nos ha regalado nada, y siempre hay algo que mejorar y metas a alcanzar.

¿Cuántas veces se ha arrepentid­o de su comportami­ento en el pasado Open Británico, cuando dijo a los periodista­s españoles en la zona mixta de Carnoustie aquello de “rapidito que me voy a Castellón”?. Era producto de un calentón, vale, acababa de fallar otro corte, pero estábamos ahí por usted y por otros jugadores españoles, claro.

Uno se puede equivocar, ¿no?. ¿O vosotros nunca os habéis equivocado en nada? Todos cometemos errores. Era un momento duro. No había tenido una buena semana. Ocurrió y no hay que darle más bola. De todo se aprende. Sentía impotencia…Se me escapaba el tren de la Ryder, veía que las cosas no iban, y todo te frustra, es normal.

¿De verdad la crisis de resultados entre abril y agosto se redujo a un problema técnico? ¿Qué todo cambió al modificar las varillas de sus hierros que le dieron más confianza al pegar la bola?

Fue una combinació­n de todo. Muchos de los cortes fallados fueron por un solo golpe y a lo mejor por acabar con dos bogeys en los cuatro últimos hoyos del viernes no me permitió cambiar la dinámica de la semana, y quien sabe del año. Igual salvando justo esos cortes jugaba el fin de semana, acababa en el top ten y estábamos hablando de otra cosa. Pero así es el deporte, estas cosas pasan, hay que intentar que ocurran las menos veces posible y aprender de ello.

¿Qué sería de Sergio García si no existiese la Ryder Cup?

Uf, difícil de decirlo. Encontrarí­a otro aliciente, seguro, pero es evidente que la Ryder Cup y yo siempre hemos tenido una magnífica relación, hemos ido siempre cogidos de la mano y es un evento que me entusiasma y por eso se me ha dado tan bien.

¿Como llegó a París y cómo salió de Le Golf National tras esa apoteósica semana?

Sinceramen­te no hubo mucha diferencia de como entré y como salí. Venía de jugar bastante bien en Greensboro, con buenas sensacione­s de Portugal donde no metí ni un solo putt y acabé séptimo. Llegué con la moral más alta que la tenía en pleno verano. Pero es obvio que jugar la Ryder que jugué ayudó mucho y mucho y salí con más convicción. Reforzado de las cosas buenas que estaba haciendo.

¿Hasta que punto un evento por equipos como la Ryder puede cambiar la dinámica, el estado de ánimo, de un jugador?

Te la puede cambiar, uno, porque te sientes más arropado. Por los jugadores que están esa semana contigo. Y, dos, por lo grande que es la propia competició­n. Porque eres capaz de jugar con tanta presión y con el apoyo de un público único durante tres días. Todo eso te da un plus de motivación que a la larga es un valor añadido.

En sus semanas de crisis de juego, confianza y resultados, ¿cuántas veces le levantó el ánimo o le alegró la cara su hija Azalea al llegar al hotel o a su casa?

Te lo levanta pero tampoco diré que le miras a la cara y te olvidas de todo porque no. Eso el que lo diga no es verdad. Mi mujer y mi hija son espectacul­ares y cada vez que las veo me derrito con ellas, pero yo sigo siendo un competidor nato, un jugador de golf que siempre quiere hacerlo lo mejor posible, y no me olvido tan fácilmente del corte fallado o de lo mal que he jugado. La sonrisa de mi hija me suaviza el enfado pero no te hace olvidarlo.

¿Qué jugador le ha impresiona­do más en estos doce últimos meses?

Me ha impresiona­do el regreso de Tiger (Woods) porque no pensaba que volvería a este nivel. No sabíamos si físicament­e iba a aguantar. Ha sido una grata sorpresa para todos. Justin (Rose) podría ser el número uno del año por su fantástica temporada y Francesco (Molinari) ha jugado también increíble, en el British que ganó y en la Ryder.

Si tuviera que elegir, sí o sí, un lugar para vivir entre Borriol, Crans y Austin, ¿Cuál elegiría? ¿Se le plantearía un buen dilema?

Un dilema quizá sí. Los tres lugares me encantan. Hay por eso otros factores, personales y que no voy a decir, a tener también en cuenta.

¿En qué se falla en España para que el golf se venda tan mal teniendo a dos chaquetas verdes vivos, un top ten mundial, varios jugadores en la elite y dos ganadores españoles en torneos de casa? Todo ello sin contar que la mayorías de sus sponsors son marcas extranjera­s…

Buena pregunta. Falta que los que tengan que dar cobertura a estos éxitos la den bien en un país donde manda el fútbol. Si para la prensa es más importante que un piloto quede el doce,

de veinte, en una carrera, a que un golfista español gane un torneo, o quede segundo o tercero, mal vamos. No sé si es una cuestión de cultura, pero lo que sí sé es que nosotros no podemos hacer más porque damos el máximo y representa­mos a España lo mejor que podemos y sabemos. Si los que deben darle crédito a lo que conseguimo­s no se lo dan en su justa medida…así es imposible.

¿Le duele ver a España tan revuelta políticame­nte, con tanta crispación en la calle?

Siempre duele. Aunque viva poco tiempo en España preocupa que el país donde has nacido y crecido no esté más tranquilo y asentado. Por suerte no soy político pero la política no sólo está mal en España.

De cero a diez ¿qué nota le pondría a su relación con Jon Rahm? ¿Se iría de copas con él?

Sin ninguna duda. Tampoco voy a mentir y le pondría un diez pero sí que un notable alto.

¿Ha hecho bien Fernando Alonso en dejar la Formula Uno?

Es una decisión suya. Entiendo que busque nuevos alicientes y nuevas metras tras varias temporadas en las que ha llevado un coche que es una patata. Él ve que puede hacer mucho más cuando en la formula uno dependes tanto del coche. Me parece bien que busque otros retos, que los disfrute y que por supuesto le vaya muy bien.

En casa de los García-Akins, ¿Quién lleva los pantalones?

Yo llevo los pantalones y Angela las faldas (se ríe). Tomamos decisiones en equipo y sí hay veces que los pantalones se los pone ella y otras veces yo.

Como golfista, ¿hasta qué punto puede afectarle el Breixit?

No lo sé. No me lo he planteado. No creo que mucho porque tampoco juego tanto en las Islas Británicas. Repito que la política no sólo está mal en España.

2019. No es año de Ryder, ¿se lo va a tomar con más calma?

Los ‘grandes’ siempre son una meta, quiero ganar en consistenc­ia y seguir dándome opciones en los torneos y Grand Slams. Espero estar como este fin de año, en lo alto de la clasificac­ión, peleando por la victoria y disfrutand­o. Camino de los 39 hay Sergio para rato

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Malav un clinic a l de ia,
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