‘MANITA’ DE MESSI
El Barça, con un 3-5-2 improvisado por la baja de Semedo, goleó al Levante con ‘hat trick’ del ‘10’ y asistencias a Suárez y Piqué El equipo de Valverde, que funcionó como un colectivo solidario, sigue tres puntos arriba en la Liga y se vengó del 5-4
Un Leo Messi excepcional, autor de tres goles y de dos asistencias a Luis Suárez y Piqué para abrir y cerrar el partido, hizo bueno el dibujo táctico de Ernesto Valverde en el Ciutat de València: un 3-5-2 obligado por la lesión a última hora de Semedo que dejaba al Barça sin lateral derecho. El argentino acabó con las dudas iniciales creadas por un dibujo improvisado que costó un larguero de Boateng con 0-0. Con un Piqué imperial y un Dembélé trabajando en defensa como nunca en su vida, señal de la implicación colectiva, el Barça se impuso 0-5 y mantiene su ventaja de tres puntos en la Liga. El ‘10’, que no estuvo en aquel 5-4, lideró la venganza con otra ‘manita’.
Todo comenzó con suspense táctico por la baja de Semedo, con molestias en la rodilla izquierda. Sin Sergi Roberto, todavía lesionado, Valverde alineó a sus tres centrales disponibles, Piq ué, Lenglet y Vermaelen, para intentar tapar el agujero en el lateral derecho. Faltaba por saber si colocaría una zaga de tres o si alguno de los centrales jugaría de ‘2’. En el Levante todo estaba más claro. Paco López dejó en el banquillo a Roger Martí pese a sus ocho goles en Liga y apostó por Boateng esperando que repitiera otra actuación como la del día del 5-4, cuando logró un ‘hat trick’.
El misterio se resolvió con sorpresa: un 3-5-2, con Dembélé y Alba de carrileros y Lenglet mandando en el eje de la zaga, flanqueado por Piqué y Vermaelen. Al extremo francés le iba a tocar a trabajar defensivamente en la banda con Gerard, todo un acontecimiento. Y más ante un equipo que también juega con un 3-5-2 más trabajado al ser habitual. Tanto cambio de posición propició dudas iniciales y una primera ocasión de Boateng que paró Ter Stegen.
Con un hombre alto más, el Barça inquietó a balón parado en su primer córner. Vermaelen remató alto de cabeza en el 9’, poco antes de que Messi rozara el poste en el 10’ desde fuera del área. Pero el ritmo de ocasiones se frenó, con los dos equipos tan previsibles como imprecisos, dando más sensación de peligro el Levante por las conducciones de Morales y un centro envenenado de Jason.
A partir de la media hora se abrió el encuentro con protagonismo negativo y positivo de Messi. El argentino no peleó por un balón suelto cerca del área del Barça y Boateng aprovechó la continuación de la jugada para rematar al larguero. Leo reaccionó de inmediato con dos conducciones vertiginosas y la segunda, tras robo en la presión de Rakitic, acabó con un gran centro que Luis Suárez voleó. 0-1 en el 35’.
Aunque Morales buscó el empate con una acción que desvió un Piqué dignísimo casi de lateral, otro robo de balón, esta vez de Busquets a Rochina, lo convirtió el de Badia en una asistencia precisa en carrera para Messi, quien batió a Oier por bajo con la derecha en el mano a mano. 0-2 en el 43’.
La segunda parte, con el Levante presionando más arriba, comenzó con una contra letal llevada por Suárez y culminada por Messi al primer toque tras la clásica asistencia de Alba. Doblete y un 0-3 casi definitivo en el 47’, aunque Ter Stegen impidió la reacción local con una mano salvadora en un tiro cruzado de Toño.
Valverde buscó control y prevención con la entrada de Arthur por Vermaelen, siempre en riesgo de lesión, en el 52’, pero el cambio obligó a otra modificación táctica notable: Rakitic se colocó de central, con Piqué ya centrado y Lenglet en la izquierda. Seguía el 3-5-2.
El Levante ya dejaba muchos huecos atrás, pero Luis Suárez perdonó dos veces la sentencia, una con parada de Oier. El uruguayo se quitó la espina con una genialidad en la acción del 0-4, obra de Messi a portería vacía tras regalo de Vidal.
Hubo tiempo de que Luis Suárez y Denis Suárez fallaran el 0-5 solos ante Oier en dos ocasiones y de que Ter Stegen evitara los goles de Mayoral y Prcic Al final, otra asistencia de Messi a Piqué, que cerró la manita con la sangre fría y la calidad de un crack