Antena3 siembra el terror
Los deportes de Sánchez y Martínez meten el miedo en el cuerpo de las corredoras
Como en otras ocasiones, los de Antena3 Deportes aprovechaban una noticia de violencia contra las mujeres para llevar el agua a su molino. Esta vez, con el hallazgo del cadáver de la maestra de El Campillo, Laura Luelmo, desaparecida mientras corría. Abrían el informativo entrevistando a mujeres que corrían en un parque para preguntarles a ellas si tienen miedo cuando corren. Intercalaban la foto de Laura Luelmo entre la imagen de cada una de las entrevistadas. Y ponían las imágenes de ficción de una mujer corriendo aterrorizada. Detrás de la mesa del informativo donde estaban sentados Rocío Martínez y Manu Sánchez tenían el mal gusto de rotular ‘Su última carrera’ refiriéndose a Laura Luelmo.
El vídeo insistía en que ‘el running’ está de luto y repetían el miedo de las mujeres que corren. “Otro trágico caso que aumenta la seguridad de las corredoras”, “La gran mayoría de runners piden más medidas que garanticen su seguridad”, “Sus familiares son los primeros que las advierten”. Incluso afirmaban que ellas no hacen mucho caso de las advertencias. Eran frases que las responsabilizan a ellas de su propia seguridad en vez de responsabilizar a los asesinos. Música de terror y, de nuevo, la insistencia en meter el miedo en el cuerpo: “Las mujeres tienen miedo cuando salen a correr solas” decía Manu Sánchez. “Pues más ahora tras lo que le ha pasado a Laura” añadía Rocío Martínez. El vídeo lo reiteraba: “El miedo que sienten muchas mujeres puede combatirse a través de esta plataforma”. Y más corredoras hablaban del miedo que sentían.
Un planteamiento periodístico que no solo es sensacionalista. Desvía el relato de lo esencial y es irresponsable. No se trata de un problema de las runners. La violencia contra las mujeres es un problema social que afecta a las mujeres: corriendo, andando, en las fiestas del pueblo, en los aparcamientos y donde sea. Y no se las puede responsabilizar a ellas de su seguridad. Y es irresponsable porque usa un relato que pretende sembrar el terror y, lo peor de todo, que construye un retrato de ellas como presas vulnerables, asustadas y fáciles de capturar, muy tentador para cualquier asesino, psicópata o maltratador que esté viendo la tele