¿Qué quería decir Valverde con la demagogia?
El 18 se acaba. En España, en fútbol, ya acabó. Desde agosto dale que te pego y cada uno a su casa... provisionalmente. El Barça, líder. Tres puntos de diferencia. En la liguilla de Champions, victorias y dos empates. Líderes, clasificados. A nivel de marcador, resultado satisfactorio. A nivel de juego ya es otra cosa. La pasada temporada el equipo consiguió récords en pocos goles en contra, de partidos sin perder, de diferencia de puntos, etc, etc. Insalvable para los perseguidores. La Liga se encaró con rotundidad y terminó sin sobresaltos. Para mí creo que siendo una desgracia deportiva, la lesión de Dembélé facilitó los planes de nuestros técnicos, ya que sirvió para cerrar espacios y vivir en la prevención. Hasta enero, Suárez de ‘9’ peleador y goleador, Messi a lo suyo, recibir, encarar y marcar, cuatro centrocampistas creando y cerrando espacios (Sergio, Rakitic, Paulinho e Iniesta, y en ocasiones Sergi Roberto), cuatro atrás y Ter Stegen seguro total.
Los primeros bandazos del Real ayudaron a vivir tranquilos. Se ‘inauguró’ Coutinho en enero y ya hubo que ajustar piezas. En Liga, ningún problema. En Copa del Rey, pim-pam y al Wanda Metropolitano. 5-0 al Sevilla en la mejor exhibición del curso. En Champions, mejor no recordarlo.
Este curso sin Iniesta, muy difícil de cubrir ni aproximarse, algún ‘ignorante’ futbolístico pensó que Coutinho podría realizar esta función. Y así se empezó este año con Suárez-dembélé en punta, Messi alo suyo, en medio campo para Sergio -siempre Busquets-, Rakitic y Coutinho. Con incorporaciones aisladas de Arthur.
El agujero en medio campo, ya sin Paulinho, y aún con Vidal por recuperarse, pronto se hizo patente. Esta situación arrastraba a la defensa a tener que cubrir grandes agujeros. No se finalizaba un partido sin recibir un gol o más. Algún partido brillante, como el de Wembley y el del Camp Nou frente al Real Madrid.
Pero había que decidirse. Los técnicos del banquillo no parecían querer más sobresaltos. De Coutinho-dembéle, el brasileño al banquillo y el francés, con sus pros y contra, marca goles, y sus excentricidades caen bien a la afición.
En medio campo, Vidal, recuperado, que se mueve por todo el campo y llega con facilidad al área contraria, está ahora por delante del joven Arthur y en defensa nos vamos arreglando como podemos.
Lenglet sustituye con acierto a Umtiti, que parece tiene para largo con su recuperación. Y ya está.
¿Cómo que ya está? ¿Y Jeison Murillo ? Es como la sorpresa imprevista de fin de año. Marcelino, técnico del Valencia, dice “no he tenido ningún roce con Murillo ,su comportamiento es correcto, si no jugaba es porque tengo a otros que considero más adecuados”. Y claro, el culé, no entiende nada y se queda como pasmado. Y otros, ¿para esto tanto hablar de la cantera? ¿no tenemos uno que pueda estar ahí en el grupo de profesionales porque se necesita? Es aquello de ‘embolica que fa fort’.
Ya lo dijo el míster: “No hagamos demagogia con la cantera”. ¿Qué querrá decir? Sería interesante conocer su respuesta. Creo que yo la sé pero que la diga él si quiere.
Por cierto, creo que pronto tendremos problema Coutinho. El de los 160 millones, que aunque se dijo en estas mismas páginas reiteradamente que no se le contratase, al final como siempre no nos hicieron caso, no me dieron ni bola. ¿Os imagináis ahora el Barça con 160 millones en caja? Bon Nadal. Feliz Navidad