Una confusión de identidad, única rectificación del VAR
El videoarbitraje (VAR) se estrenó a lo grande en los dos primeros meses de Laliga. En las ocho primeras jornadas, el asistente de vídeo rectificó la decisión del colegiado sobre el césped en 29 ocasiones. Desde entonces, la intervención del VAR ha ido menguando hasta el punto que en esta jornada 17 solo rectificó al colegiado una vez: en el Athletic-valladolid. Fue para resolver una confusión de identidad cuando el colegiado José María Sánchez Martínez amonestó a Kiko Olivas en el minuto 31, pero en realidad el infractor había sido Míchel Herrero. Una vez recibió el aviso desde la sala del VAR, el árbitro murciano rectificó y mostró la cartulina amarilla al centrocampista valenciano.
Eso no quiere decir que no se hayan producido acciones polémicas durante el fin de semana, todo lo contrario. La más protestada fue sin duda la caída de Samuele Longo en Mestalla cuando se plantaba ante Neto. El delantero italiano del Huesca fue derribado por Carlos Soler pero ni Gil Manzano ni José Luis González González desde la sala del VAR entendieron que el canterano ché hubiera cometido falta. Era el minuto 84 y el marcador en ese momento era de 1-1. Por eso, cuando Piccini anotó el definitivo 2-1 en el 93’, los jugadores del Huesca se sintieron doblemente frustrados.
El Athletic seguiría en descenso
En una hipotética Liga sin VAR, el Athletic de Bilbao seguiría una jornada más en puestos de descenso pese al punto sumado ante el Valladolid. El Sevilla sería segundo, mientras que el Atlético de Madrid iría tercero.
El Girona sería el equipo que más acusaría la falta del videoarbitraje: caería del actual noveno puesto al decimosexto. Todo lo contrario que el Espanyol, que subiría de la decimocuarta plaza a la novena