Traidor y fracasado
Uno de los resultados de la encuesta sobre la opinión de socios y aficionados del Barça respecto diversos temas de actualidad, publicada por MD el fin de semana, ofreció dos resultados reveladores. Uno, la amplia aprobación del trabajo de Valverde. Otro, el claro rechazo hacia Neymar.
El técnico tuvo que apañárselas hace año y medio, después de la fuga de Neymar y la doble derrota ante el Real en la Supercopa, para acabar alcanzando un doblete, con récord de imbatibilidad en la Liga y ganando la final de Copa por una goleada (5-0) que no se veía desde 1915. No es de extrañar, que pese a ‘lo’ de Roma, que siga manteniendo la confianza de los aficionados.
Por lo que a Neymar
respecta, el rechazo de más de las dos terceras partes de los encuestados (67,6%) a su retorno también es lógico. Como Figo en su día, Neymar
se halla en el imaginario blaugrana como otro traidor. Obró de mala fe cuando esperó a que entrara en vigor una prima de fidelidad de 20 millones para, ya entrado el mes de agosto, dejar colgados a técnicos y compañeros y marcharse al PSG. Y, encima, tuvo la jeta de reclamar por vía judicial esa cláusula de fidelidad a la que por lógica no tiene derecho. En lo deportivo, Neymar se ha enterrado en Francia en una liga menor sin alicientes y dejó el Mundial tras hacer el ridículo. En el Barça no caben traidores ni fracasados. Con todos sus defectos, es mejor un Dembélé con problemas de despertador que un caradura como Neymar, que intenta que el Barça le libre de la penitencia que merece por su pecado