El primer reto de 2019: mantener el nivel
Cuando un equipo funciona y se siente fuerte a nivel de juego y resultados, nadie desea un parón desde un punto de vista deportivo, aunque lógicamente todos los jugadores y técnicos necesitan un descanso navideño con sus familiares, normalmente en sus países de origen. El Barça llegó a las fiestas en su mejor momento de la temporada, encadenando cuatro victorias en la Liga sin encajar goles, mostrando por fin una solidez parecida a la que propició el título la pasada temporada y ya como líder solvente, con tres puntos de ventaja al Atlético y cinco al Sevilla. Además, se aseguró la presencia en octavos de final de la Champions League como primero de un grupo muy complicado (ya le espera el Lyon el 19 de febrero con la vuelta en el Camp Nou el 13 de marzo) y también estará en octavos de final de la Copa del Rey, que vivirá de forma frenética en este mes de enero si supera eliminatorias, la primera, inminente, ante el Levante (10 y 16 de enero). Desde aquella dolorosa derrota ante el Betis (3-4) el 11 de noviembre, el equipo de
Ernesto Valverde ha ido mejorando de forma progresiva hasta encontrar su ritmo competitivo ideal.
Es el momento, por lo tanto, de plantearse seriamente el primer reto de 2019: mantener ese nivel que tanto costó alcanzar tras un inicio de temporada más dubitativo de lo esperado. El técnico tiene la misión de volver a enchufar a sus jugadores porque no se puede tirar por la borda el buen trabajo realizado. En ese sentido, considero que puede ser incluso positivo que la competición vuelva el domingo 6 de enero con un partido de Liga difícil en Getafe, un equipo incómodo y competitivo que ya arrancó un 0-0 del Camp Nou en la pasada Liga, además de no ceder en el Coliseum Alfonso Pérez hasta el minuto 84, cuando Paulinho marcó el 1-2. No hace falta ni la clásica etiqueta de ‘partido trampa’ para avisar a los jugadores del Barça. A estas alturas ya no es una sorpresa el potencial del equipo madrileño, séptimo clasificado por méritos propios, peleando por puestos europeos. Todos saben que hay que regresar al trabajo con las pilas cargadas porque hay que seguir ganando. Unos ya lo han hecho desde el 30 de diciembre y otros se reincorporarán el 2 de enero con tiempo suficiente para preparar ese primer pulso liguero. No valdrán excusas en ese sentido.
Tras esta primera prueba de fuego, el objetivo a medio plazo es llegar al mes de abril con opciones al título en las tres competiciones. Y eso pasa por un reparto óptimo de minutos entre todos los jugadores de la plantilla en este inicio de 2019 para que nadie se queme físicamente en un enero siempre exigente, con partidos cada tres o cuatro días, siempre que se avance en la Copa. Afortunadamente, se percibe una mayor concienciación entre los habituales titulares, que ya han entendido que no pueden jugarlo todo. Y no sólo pasa en el Barça. Creo que a nivel internacional los cracks valoran más que nunca las rotaciones porque les permiten llegar más frescos a ese momento del curso en el que se juegan los títulos y ya no están tan pendientes de sumar goles o partidos para los premios individuales. Hasta vi a Cristiano Ronaldo el otro día en el Juventus comenzando en el banquillo ante el Atalanta... Y no me gusta escuchar eso de “tirar la Copa para ganar la Champions” porque es una competición muy bonita, el Barça es el Rey de Copas y nada te asegura el éxito europeo que por caer eliminado antes en la Copa